Quedan menos de tres semanas hasta el 1 de marzo, fecha en que terminará la 'tregua' en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En este contexto, Yifu Lin, antiguo economista jefe del Banco Mundial (2008 — 2012) y uno de los más destacados economistas chinos, manifestó en una entrevista concedida al diario ruso Kommersant sus esperanzas de que las controversias entre Washington y Pekín concluyan con un acuerdo amistoso, y advirtió que en caso contrario el gigante asiático está listo para asumir las consecuencias económicas.
"El comercio garantiza ganancias mutuas para ambos países", declaró Lin al expresar la expectativa de que "la racionalidad económica sea más fuerte que la irracionalidad política". No obstante, el economista subrayó que el Gobierno chino está dispuesto a no celebrar ningún acuerdo este 1 de marzo, e incluso intensificar la confrontación con EE.UU., en caso de que las propuestas de Washington sean inaceptables.
"Nosotros esperamos lo mejor, pero nos preparamos para lo peor", advirtió. Y explicó que las exportaciones de China a EE.UU. "son de hecho muy grandes, pero su parte significativa la representan los productos de compañías estadounidenses establecidas en China".
"En gran medida, para la fabricación de productos estadounidenses en China se requiere la importación de componentes de EE.UU., Japón, Corea del Sur, Europa. Si EE.UU. impone los aranceles, entonces, por supuesto, los fabricantes chinos sufren hasta cierto punto, pero también sufren los consumidores en EE.UU. y los proveedores de los componentes de todos los países mencionados", subrayó.
Además, de acuerdo con Lin, en estas circunstancias el daño que sufre la economía china "no es tan grande". "Según nuestros cálculos, la reducción máxima en la tasa de crecimiento del PIB chino, en el caso de la introducción de todos los aranceles [por parte de EE.UU.], sería de un 0,5 %. Es decir, no creceremos un 6,5 % sino un 6 % por año, lo que sigue siendo uno de los mejores indicadores del mundo", reveló el economista.
En lo que se refiere a EE.UU., su crecimiento en estas condiciones disminuiría un 0,3 %. El crecimiento de su PIB total para el año es aproximadamente de 2,5 %, por lo que perdería en términos relativos más China, aproximadamente un octavo de su crecimiento, indica Lin. "Si esta es la elección de EE.UU., ¿qué podemos hacer al respecto?", reiteró.
'America first' vs cooperación rentable
En ese sentido, Lin recordó que no fue Pekín quien inició esta guerra comercial. "En noviembre de 2017, cuando Donald Trump llegó a China, logramos arribar a un acuerdo para que China importara productos estadounidenses adicionales por un valor de 250.000 millones de dólares. ¡Es un trato muy voluminoso! Pero luego la Casa Blanca dijo 'no, esto no es suficiente', e impuso el arancel del 25 % sobre varios productos chinos", rememoró Lin.
El economista admitió que estas medidas restrictivas han afectado negativamente a China, "pero también impactaron contra las compañías y personas estadounidenses. Porque ahora están obligados a pagar mucho más por bienes que son importantes para sus negocios".
En respuesta a las medidas de Washington, Pekín elevó los aranceles sobre los bienes que EE.UU. vende a China. Y entonces Washington empezó a hablar sobre un posible traslado de las compañías estadounidenses de China a Vietnam, Malasia y otros países del sudeste asiático. "Pero si esto sucede, también será peor para EE.UU. Debido a que en estos países no existe la infraestructura necesaria, es más difícil integrarlos en las cadenas de valor. Si este no fuera el caso, la producción [estadounidense] ya se habría movido allí, aun antes de la guerra comercial", enfatizó el economista.
Lin reiteró que incluso con aranceles del 25 %, la importación estadounidense de productos de China es más rentable que su hipotética importación de Vietnam. "Casi todos los economistas entienden esto, pero, desafortunadamente, no todos lo entienden en la Casa Blanca. En nombre del principio 'America first' (EE.UU. primero), ellos [la administración Trump] harán que el pueblo y las empresas estadounidenses sufran", concluyó.
- La guerra comercial entre EE.UU. y China, según el FMI, ya ha causado graves daños a la economía mundial, reduciendo su tasa de crecimiento en 2018 del 3,7 % al 3,5 %. Si las partes no llegan a un acuerdo antes del 1 de marzo, en 2019 las pérdidas podrían ser mucho mayores.