El equipo de presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció las primeras líneas de la esperada reforma del sistema de pensiones en Brasil, que establece una edad mínima de 62 años para los mujeres y de 65 para las hombres.
Según el secretario de Pensiones, Rogério Marinho, que mantuvo el jueves una reunión con el mandatario y varios ministros, habrá un período de transición de 12 años hasta que las reglas entren en vigor.
"Durante el periodo de discusiones, el presidente fue informado regularmente", dijo Marinho, tras una reunión en Brasilia con el mandatario y varios de sus ministros, entre ellos, el representante de la cartera de Economía, Paulo Guedes.
Marinho destacó que la propuesta será presentada el próximo miércoles, día 20 de febrero, al Congreso. "El presidente tiene la última palabra sobre esto y pidió que diésemos pocas informaciones", dijo Marinho, quien añadió que está previsto que Bolsonaro se pronuncie ante la nación, el mismo día 20, para explicar "de qué manera se encaminará en el Congreso".
En la actualidad, en el sector privado, las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35, independientemente de su edad.
Mercados expectantes
Los mercados financieros se encuentran expectantes ante esta propuesta y, el jueves, una vez realizado el anuncio, la bolsa de São Paulo cerró con una ganancia de 2,27 %.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, ha asegurado que con la reforma, con la que se pretende equilibrar las cuentas públicas, podría ahorrar en una década a las arcas del Estado un billón de reales (unos 270.000 millones de dólares).
La iniciativa deberá ser sometida a votación en la Cámara Baja y después en el Senado, donde necesitará de tres quintos de los escaños en cada ronda de votación.