La congresista demócrata y candidata a la Presidencia de EE.UU., Tulsi Gabbard, presentó este viernes ante el Congreso estadounidense un proyecto de ley que evitaría que el presidente Donald Trump retire al país del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés).
En una conferencia de prensa este viernes, Gabbard manifestó que la decisión de Trump de retirarse del tratado fue "imprudente" y opina que EE.UU. debería estar trabajando para expandirlo e incluir a otros países, como China.
"Alejarse de este acuerdo no resuelve nuestros problemas, los empeora. No nos acerca a la paz, sino a la guerra", añadió.
Asimismo, la candidata presidencial ha explicado que su proyecto de ley busca evitar que el dinero de los contribuyentes "se desperdicie en el aventurismo militar", que ha provocado que los estadounidenses y el país estén "menos seguros".
En un mensaje a través de Twitter, Gabbard señala que con esta iniciativa busca evitar que "Trump deseche el tratado INF y provoque una nueva carrera armamentista". "Ahora más que nunca, nos enfrentamos a un mayor riesgo de catástrofe nuclear", añade.
La semana pasada, la demócrata lanzó oficialmente su campaña presidencial de cara a las elecciones del 2020. Al respecto, Gabbard aseguró que su candidatura tiene como objetivo acabar con las guerras de su país "que cambian regímenes" y trabajar para "finalizar con la nueva Guerra Fría y alejarse del abismo de un conflicto nuclear".
- El Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto, alcanzado en 1987 entre EE.UU. y la entonces URSS, ha sido uno de los cimientos del moderno régimen de supervisión y control sobre la no proliferación de armas nucleares.
- Desde el pasado 2 de febrero, EE.UU. suspendió sus obligaciones en el marco del INF. El proceso de retirada del acuerdo se completará en seis meses, "a menos que Rusia vuelva a cumplir con sus normas y destruya todos los misiles, lanzadores y equipos asociados que lo están violando", según rezaba un comunicado de Donald Trump.
- Como respuesta, Moscú también suspendió su participación en el tratado y exigió pruebas por parte de Washington de la presunta violación rusa del acuerdo.