Este 16 de febrero marca el 14.º sábado consecutivo de movilizaciones de los 'chalecos amarillos', en el marco de las cuales ciudadanos indignados han salido a las calles de París y otras ciudades francesas para protestar por las reformas económicas del Gobierno y la situación actual en Francia. Se han reportado casos de uso de gases lacrimógenos por parte de la Policía contra los manifestantes en la capital francesa.
Los 'chalecos amarillos' han convocado manifestaciones en todo el país durante todo el fin de semana cuando se cumplen tres meses de existencia del movimiento.
Este jueves, uno de los activistas del movimiento, Cristophe Chalençon, afirmó en declaraciones a la cadena de televisión italiana La7 que el país galo se encuentra "al margen de una guerra civil" ya que, explicó, hay personas retiradas del Ejército en oposición al poder que "están listos para intervenir" y "derrumbar el Gobierno".
Las protestas de los 'chalecos amarillos' estaban motivadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible. Sin embargo, pese a que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron anuló ese aumento de impuestos, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio dirigido contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.
En el plano general, los manifestantes se quejan de los impuestos exorbitantes, de los bajos salarios y de la incapacidad de encontrar un trabajo bien remunerado, al tiempo que acusan a las autoridades de alejarse de la gente y trabajar en beneficio de las personas más ricas del país.