Miles de residentes de la capital francesa se reunieron este martes en la Plaza de la República para participar en la manifestación contra el aumento de los ataques de odio y antisemitas en todo el país.
La víspera de la protesta vándalos atacaron el cementerio judío de la localidad francesa de Quatzenheim, en Alsacia, donde profanaron unas 80 tumbas pintándoles encima esvásticas y otras inscripciones.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó el cementerio profanado condenó las acciones de delincuentes. "Quien lo hizo, no es digno de la República Francesa y será castigado", afirmó el mandatario francés.