Científicos descubren cómo cambiarán los veranos por la influencia del cambio climático
El cambio climático está alterando la energía en la atmósfera que alimenta el clima de verano, lo que puede llevar a tormentas eléctricas más fuertes y días más calurosos en las regiones de latitudes medias del hemisferio norte, incluidas América del Norte, Europa y Asia, según un estudio realizado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Estados Unidos).
Los autores de la investigación aseguran que el incremento de las temperaturas globales, especialmente en el Ártico, está redistribuyendo la energía en la atmósfera: hay más energía disponible para alimentar tormentas eléctricas y otros procesos convectivos locales, mientras que se destina menor cantidad de energía a los ciclones extratropicales de verano, sistemas climáticos vinculados con vientos y lluvia.
"Los ciclones extratropicales ventilan el aire y la contaminación del aire, por lo que con los ciclones extratropicales más débiles en el verano, se observa el potencial de más días de mala calidad de aire en las áreas urbanas", comentó Charles Gertler, autor del estudio. Además, los ciclones tropicales débiles tienen el potencial de generar "tormentas eléctricas más destructivas y días más estancados con olas de calor quizás más duraderas", agregó.
A diferencia de los ciclones tropicales más violentos, como los huracanes, los ciclones extratropicales son grandes sistemas climáticos que se producen hacia los polos de la zona tropical de la Tierra. Estos sistemas de tormentas generan rápidos cambios en la temperatura y la humedad a lo largo de frentes que se extienden por grandes regiones. En invierno, los ciclones extratropicales pueden generar tormentas a gran escala, mientras que en verano pueden traer de todo, desde nubosidad general y lluvias ligeras hasta fuertes ráfagas y tormentas eléctricas.
Los investigadores del MIT descubrieron que desde 1979 la energía disponible para ciclones extratropicales se ha disminuido en un 6 %, mientras que la energía que alimenta las tormentas eléctricas ha aumentado en un 13 %. Estos resultados reflejan estudios anteriores, que indicaban que en el hemisferio norte, los vientos de verano asociados con los ciclones extratropicales han disminuido con el calentamiento global.
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