El jefe de la Comisión para la Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de EE.UU., el demócrata Elijah Cummings, ha lanzado una investigación sobre el presunto intento de la Administración del presidente Donald Trump de transferir tecnología nuclear estadounidense "sensible" a Arabia Saudita.
En un comunicado difundido por ese comité el 19 de febrero, se destaca que "múltiples denunciantes" han revelado los esfuerzos desde de la Casa Blanca para "apresurar la transferencia de tecnología nuclear de alta sensibilidad" a Riad, "en posible violación" de las leyes estadounidenses y saltándose de la respectiva revisión del asunto por parte del Congreso.
Asimismo, el documento señala que esos procesos de transferencia podrían estar siendo agilizados debido al viaje que el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, tiene previsto realizar la próxima semana al reino árabe. Un informe que cita el comunicado menciona que el proyecto de transferencia de tecnología nuclear está respaldado por "fuertes intereses comerciales privados" y tiene como objetivo desarrollar "decenas de plantas de energía nuclear" a través de la compañía IP3 International.
Los expertos en los que se basa este informe temen que Riad utilice la tecnología estadounidense para desarrollar armas nucleares, lo que desestabilizaría aún más Oriente Medio, ya que Arabia Saudita "se niega a aceptar las prohibiciones de enriquecimiento de uranio y procesamiento de plutonio, similares a las firmadas por otros países de la región".
"Es un imperativo estratégico que Washington compita y gane a Moscú y Pekín"
Por su parte, desde IP3 International han comunicado que están dispuestos a colaborar con la investigación de la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno, pero alegan que el principal objetivo de la compañía es proteger los intereses vitales de seguridad nacional de EE.UU. en Oriente Medio.
Asimismo, IP3 International acusa a Rusia y China de perseguir "agresivamente" ganancias con la construcción de plantas nucleares en la región y de utilizar la exportación de energía nuclear para expandir su "influencia geopolítica". Según la empresa, solo la industria nuclear estadounidense puede "garantizar tanto los objetivos de no proliferación como los objetivos estratégicos de EE.UU.".
"Es un imperativo estratégico que Washington compita y gane a Moscú y Pekín en el campo de la energía nuclear. La única forma de abordar las preocupaciones sobre el desarrollo de armas de destrucción masiva es que EE.UU. participe en la introducción y funcionamiento seguro de las centrales nucleares internacionales", agrega el comunicado.