El papa Francisco, máxima autoridad de la Iglesia católica, da inicio en el Vaticano a la 'cumbre antipederastia', un histórico encuentro que reúne a los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo para abordar el grave problema de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos.
Además de las autoridades eclesiásticas de la Santa Sede, forman parte de la congregación diez mujeres en representación de las órdenes religiosas femeninas y también algunas víctimas de violación que contarán en primera persona su historia personal. En total, son 160 participantes que trabajarán hasta el día domingo en diferentes sesiones y con la presencia en cada una de ellas del papa argentino de 82 años, Jorge Bergoglio.
Según la cifra estimada de la organización Ending Clergy Abuse (ECA) —organismo global dedicado a la lucha contra los ataques sexuales de miembros de la Iglesia— al menos unas 100.000 personas han sufrido algún tipo de estos abusos en el mundo.
El sacerdote alemán Hans Zollner, uno de los principales organizadores de la cumbre y especialista en temas de abuso dentro del Vaticano, adelantó la semana pasada que el encuentro girará en torno a varios temas: la responsabilidad de los obispos, la rendición de cuentas, la mejora de los procedimientos y la transparencia para denunciar los delitos.
En la misma línea, Francisco, quien ha calificado el encuentro de "desafío actual urgente", pretende articular un protocolo de actuación común en todos los obispados del mundo para prevenir más cantidad de casos y acabar con el encubrimiento.
El Vaticano inició la cumbre con la reciente expulsión, el pasado sábado, del sacerdote de 88 años Theodore McCarrick —excardenal y arzobispo emérito de Washington (EE. UU.)—, declarado culpable por pedofilia, con el agravante de abusos de poder por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Los números de abusos en el mundo
En agosto del 2018, y ante simultáneas investigaciones de integrantes de la Iglesia católica denunciados por pedofilia, el papa Francisco pidió perdón a través de un carta pública y reconoció abiertamente la culpa de toda la comunidad eclesiástica por los crímenes cometidos.
Luego de las disculpas, distintas organizaciones —como Ending Clergy Abuse (ECA)— exigieron al sumo pontífice que permita el acceso a los archivos clasificados del Vaticano, con el objetivo de revelar la identidad de los encubridores de cada caso y los procedimientos tomados ante las múltiples denuncias. Algo que, a día de hoy, aún no está permitido.
Es por eso que la organización mundial recopiló los números de algunos países, con casos comprobados, para armar un informe que esclarezca, en detalle, la situación de los abusos en la iglesia.
En EE.UU. cobró notoriedad durante 2018 un informe que señala a 300 sacerdotes por abusar de más de 1.000 víctimas durante siete décadas en el estado de Pensilvania, al noreste del país. También en ese país se presentaron 17.000 denuncias de personas que afirman haber sufrido algún tipo de violencia sexual por más de 6.400 clérigos entre 1950 y 1980.
En Oceanía, Australia contabilizó4.447 víctimas por parte de representantes eclesiásticos. Entretanto, en Europa, la República de Irlanda, a través de una investigación de una década, recopiló más de 25.000 casos de menores atacados por 400 religiosos entre los años 1914 y 2000. En Alemania, un informe de 2017 reveló que al menos 547 integrantes de un coro fueron víctimas de abusos entre 1945 y 1990.
Desde Latinoamérica, Chile es la nación que ha presentado más casos de violaciones con 178 víctimas, 79 de ellas menores de edad, según la Fiscalía del país. Hay 167 imputados, entre ellos 7 obispos. Asimismo, al día de hoy, son indagados 96 sacerdotes, 4 diáconos y 30 religiosos.
Protestas en el Vaticano
En paralelo a la cumbre del Vaticano, la red de ECA movilizará a unas 40 víctimas de abuso para que cuenten, desde Roma, sus casos en diferentes ruedas de prensa. La organización pretende llevar a cabo acciones de protesta y demandar a la Santa Sede a que implemente las recomendaciones que les dio en 2014 el Comité de la ONU sobre Derechos del Niño para castigar a la pederastia.
Una de las víctimas que participa de la iniciativa es el español Miguel Hurtado, quien sufrió violaciones cuando tenía 16 años por parte de Andreu Soler, un monje de la Abadía de Montserrat en Barcelona. Su caso, según denunció, fue encubierto por las autoridades eclesiásticas.
En declaraciones con distintos medios, Hurtado expresó que el encuentro en el Vaticano es más bien "una cumbre cosmética" y aseguró que "en cuatro días no se puede conseguir mucho". "Si el papa se tomara en serio el tema hubiera organizado un sínodo que durara dos o tres semanas", opinó.