Un equipo científico avanza en las pruebas para lograr mosquitos genéticamente modificados para propagar con rapidez una mutación letal que acabaría con la malaria al terminar con todos los ejemplares de su propia especie.
Desde principios de este mes, esos investigadores han comenzado ensayos a gran escala con esos insectos en un laboratorio de Terni (Umbría, Italia) especialmente construido para la ocasión, informa la emisora estadounidense NPR.
La idea es que, una vez demostrado que estos estos mosquitos modificados son seguros y efectivos para eliminar a su propia especie, algún día puedan ser puestos en libertad en aldeas africanas plagadas de malaria.
"Será un experimento realmente innovador", ha asegurado la entomóloga Ruth Muller, que dirige el laboratorio y estima que se trata de "un momento histórico".
Debido a esta alteración genética, las hembras sufren una especie de hermafroditismo: su boca es más grande, no pueden morder y, por tanto, no podrían contagiar la malaria.
Sin embargo, existe una profunda preocupación por los posibles efectos "devastadores" que esta "tecnología experimental" tendría en el medio ambiente, extima Dana Perls, integrante de la organización Amigos de la Tierra.
"Es una tecnología que no sabemos cómo va a terminar. Necesitamos detenerla ahora, en su etapa actual", afirmó Nnimmo Bassey, director de la Fundación Salud de la Madre Tierra de Nigeria. "Están tratando de usar África como un gran laboratorio para probar tecnologías peligrosas".