Este jueves, un tribunal de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha estimado que un adolescente de 16 años es culpable de secuestrar, violar y asesinar a Alesha MacPhail, una niña de 6 años, el 2 de julio de 2018, informan medios locales.
El condenado sacó a la víctima del apartamento de la isla de Bute donde se encontraba junto a su familia, la amenazó con un cuchillo y la llevó a un hotel abandonado, donde abusó de ella y la asfixió hasta que provocó su muerte.
Los análisis forenses revelaron que la fallecida sufrió graves lesiones genitales mientras aún estaba viva y su cuerpo conservaba muestras de ADN del agresor.
La abuela de MacPhail denunció la desaparición de su nieta alrededor de las 6:00 de la mañana del día siguiente y una persona encontró su cadáver tres horas más tarde a menos de un kilómetro de distancia.
En las grabaciones de varias cámaras de seguridad se ve cómo el autor de los hechos entró y salió del lugar del crimen para abandonar el arma blanca y ropa ensangrentada en una playa, donde aparecieron poco después.
El juez, Lord Williams, aseguró que se trata de "uno de los crímenes más perversos y malvados" que ese tribunal ha conocido en su "larga historia de lidiar con la depravación".
Al principio, el acusado involucró a Toni McLachlan, novia del padre de Alesha MacPhail, porque estaría "celosa" de la atención que su pareja ofrecía a su hija.
Este adolescente llegó a afirmar que mantenía "relaciones sexuales frecuentes" con esa mujer, quien habría colocado muestras con su semen en el cuerpo de la niña para incriminarlo, pero el tribunal desestimó sus acusaciones.