Las acciones de Kraft Heinz, el gigante de las bebidas y los alimentos empacados –y en particular conocido por su salsa Heinz Tomato Ketchup–, se desplomaron en más de 20 % el viernes pasado, quitándole así al multimillonario estadounidense Warren Buffet 4.300 millones de dólares en un día.
Su conglomerado Berkshire Hathaway, que posee casi el 27 % de Kraft Heinz, se unió con el fondo brasileño 3G Capital para comprar la empresa de comestibles Heinz en 2013 y financiar dos años más tarde su fusión con Kraft Foods, fabricante de alimentos y de café Maxwell.
"Es un tipo de empresa que nos conviene, la he comprobado muchas veces. Siempre que veo un negocio atractivo, y si es nuestro tipo de negocio y tenemos el dinero, estoy listo para actuar", comentó Buffett a CNBC hace seis años, antes de pagar 28.000 millones de dólares por Heinz.
¿Qué le pasó a la compañía que el magnate describió como "un negocio muy bueno"?
La adquisición de Heinz no tenía como objetivo impulsar las ventas de sus productos en el mundo, sino que fue un nuevo objeto para que la operadora 3G Capital recortara costes, despidiendo a miles de trabajadores y clausurando fábricas. El objetivo principal del fondo de inversiones fue aumentar las ganancias de los accionistas, escribe Bloomberg.
La agencia citó a Euromonitor Internacional, que pronostica que las ventas en el sector de alimentos envasados crecerán en EE.UU. no más del 1 % al año hasta 2022. Para abril de 2018, el índice de los mayores productores de alimentos envasados había caído en 16 % desde principios del año, en comparación con un descenso del 1,5 % en el S&P 500, representativo de la situación real en el mercado. Bloomberg explica las estadísticas con un cambio de preferencias de los consumidores en favor de frutas, carnes y hortalizas frescas. En consecuencia, cada vez menos gente compra productos enlatados o comida rápida.
Otra razón es el crecimiento de las ventas de kits de almuerzo o cena con recetas de las marcas Blue Apron y Sun Basket.
Kraft Heinz reconoció lo difícil que es la situación al publicar, la semana pasada, un informe trimestral pesimista. El pronóstico de ganancias fue menor de lo esperado por los inversores (se ubicaron entre 6.300 y 6.500 millones de dólares, frente a una expectativa de 7.470 millones). Además, se dio a conocer que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. había estado investigando la empresa en relación con su contabilidad y el control interno de compras.
Ante estas noticias, las acciones de Kraft Heinz cayeron en 27 %, reduciendo el valor de la compañía en 15.400 millones de dólares.
Ahora Buffet tiene 4.300 millones de dólares menos en su bolsillo. Kraft Heinz es la sexta mayor participación de Berkshire, detrás de Apple, algunos bancos y Coca-Cola.
Aunque todavía se desconoce qué va a hacer el magnate, The New York Times asegura que si no reaviva su compañía, su reputación como inversor hábil podría quedar perjudicada.
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