Desde que estaba en campaña, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistía en hablar de dos flagelos que lastimaban el país: la corrupción y la inseguridad.
Luego de ganar la elección, durante su discurso inaugural el 1 de diciembre en el Congreso, López Obrador anunció que llevaría a cabo "una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México".
Índice de Estado de Derecho
A tres meses de su asunción, un reciente informe sobre el Estado de Derecho en el mundo le da la razón al mandatario mexicano.
De 126 países evaluados por The World Justice Project en el Índice de Estado de Derecho 2019, México retrocedió dos lugares respecto a 2018 y ocupó el escalón 99 de la lista, con un índice de 0,45, en donde 1 se traduce en el mayor respeto por el Estado de Derecho.
Si se compara a nivel regional, México ocupó el lugar 26 de 30 países evaluados. En los ocho factores que evalúa el índice, el país tiene sus peores resultados en dos aspectos: ausencia de corrupción, y orden y seguridad.
El índice evalúa la ausencia de corrupción en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como en dos instituciones de seguridad: policías y militares. En estas calificaciones, México obtiene peores calificaciones que el promedio nacional, con 0,32 en el Ejecutivo; 0,34 en el Judicial y en policías y militares; y un índice de 0,17 en el Legislativo.
Los índices de este ámbito son consistentes con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del INEGI, que en 2017 reveló que 67,5% de la población de 18 añoso más considera que los jueces son corruptos; 65,2% que la policía de su estado es corrupta; y el 27,6% que lo es el Ejército.
En 2017, el costo total a consecuencia de la corrupción en la realización de pagos, trámites o solicitudes de servicios públicos y otros contactos con autoridades fue de 7.218 millones de pesos (aproximadamente 374.371.761 dólares), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG).
Orden y seguridad
En lo que respecta a orden y seguridad, México obtuvo un índice de 0,44 en ausencia de crimen, mientras que en ausencia de conflicto civil, el país obtuvo 1,0, un número similar al promedio de la región.
Aunque México no enfrenta una guerra civil, cada año supera al anterior en el número de homicidios, en parte por la llamada "guerra contra el narcotráfico". En 2018, México registró 33.341 homicidios dolosos y 861 feminicidios, la cifra de asesinatos más alta desde que comenzaron los registros en 1997.
Los otros factores en los que México salió peor calificado son precisamente en el acceso a la justicia civil y en justicia criminal (calidad de las investigaciones).
Como ejemplo, en el delito que más consecuencias tiene para las personas, el homicidio, la impunidad en México ronda el 87,5%, según la organización Impunidad Cero.
Bajo este panorama, no sorprende que a 73,7% de los mexicanos le preocupe la inseguridad y la delincuencia, mientras que a 56,7% de la población le alarma la corrupción, según la ENCIG.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!