"La historia debajo de nuestros pies": descubren vestigios de una base militar escondida bajo la cárcel de Alcatraz
Arqueólogos de la Universidad de Binghamton (Nueva York, EE.UU) han descubierto instalaciones correspondientes a una base militar del siglo XIX sepultada bajo la estructura de la antigua cárcel de Alcatraz, que se halla en una isla frente a las costas de San Francisco (California, EE.UU.).
Un equipo de investigadores dirigidos por el profesor Timothy de Smet utilizó sofisticados equipos de rastreo, dotados de radares y escáneres láser, para localizar y evaluar los restos históricos del antiguo recinto militar, situado en el área que más tarde correspondería al patio de recreo de la mítica penitenciaría.
Las técnicas no invasivas empleadas por los científicos –basadas mayoritariamente en la georrectificación (aplicación de coordenadas obtenidas de mapas antiguos a la realidad tridimensional del terreno)– revelaron también la existencia de un corredor subterráneo a prueba de bombas, equipado incluso con conductos de ventilación, que atravesaba parte de la isla de este a oeste.
"Los vestigios de estos restos arqueológicos se encontraban a pocos centímetros de la superficie y se conservaron de forma milagrosa e impecable", aseveró De Smet, que admitió estar "sorprendido" por el hallazgo, tal como recoge el sitio web de la universidad neoyorquina en la que trabaja. "Fue maravilloso encontrar la historia justo debajo de nuestros pies, y ahora podremos hacerla visible para el público", agregó.
Desde la Universidad de Binghamton aseguran que, "desde que Alcatraz se convirtió en una prisión después de sus inicios como instalación militar, los investigadores siempre han estado interesados en ver si quedaban restos históricos de la antigua fortificación".
La Prisión Federal de Alcatraz fue una cárcel federal de máxima seguridad situada en la isla de Alcatraz y funcionó entre 1934 y 1963. Durante las décadas anteriores había sido una ciudadela militar que acogió cuarteles disciplinarios del ejército de EE.UU. Hoy en día las antiguas instalaciones penitenciarias albergan un museo que se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de San Francisco, con un millón y medio de visitas anuales.
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