Miles de menores de edad han sido víctimas de abuso sexual en los centros de detención para migrantes instalados de EE.UU., en los últimos tres años. Entre los presuntos responsables de esas agresiones figuran 154 empleados del Gobierno, recoge NBC.
Esto, de acuerdo a documentos oficiales del Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de EE.UU., publicados por el sitio de noticias Axios y entregados al medio por la oficina del diputado Ted Deutch.
El político, perteneciente a la Cámara de Representantes y a las filas del Partido Demócrata por el estado de Florida, denunció que más de un centenar de personas contratadas por el Gobierno cometieron agresiones sexuales contra menores retenidos sin supervisión de sus padres o de algún otro familiar.
Deutch, durante una comparecencia en la Cámara de Representantes, el pasado 26 de febrero, recalcó que las cifras implican que hubo, en promedio, un abuso sexual por semana.
"He visto miles de casos de abuso sexual a menores, si no por funcionarios del Departamento de Salud, sí por la gente contratada por el Departamento de Salud", afirmó.
De octubre del 2014 a julio del 2018, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, dependiente del Departamento de Salud, registró 4.556 denuncias por agresiones sexuales, mientras que el Departamento de Justicia recibió otras 1.303.
El diputado señaló que la política de "tolerancia cero" contra migrantes, impulsada por el Gobierno del presidente Donald Trump, es corresponsable del abuso cometido contra menores de edad.
"La cuestión es, cuando se impulsó esta política ¿alguien discutió esto? ¿Alguien pensó en lo que podía pasarles a estos niños?", cestionó Deutch al comandante Jonathan D. White, comisionado de seguridad del Departamento de Salud, durante una comparecencia en el Capitolio.
Tan sólo en 2018, más de 2.700 niños fueron separados de sus padres en la frontera sur de EE.UU. con México, para luego ser enviados a campos de refugiados. Esos centros son administrados por empresas privadas, contratadas por el Gobierno.
Una vez retenidos, los menores quedan bajo custodia del Gobierno de EE.UU. hasta que puedan ser entregados a sus patrocinadores, generalmente un padre o familiar, mientras dura el proceso de inmigración. A principios de febrero, más de 11.000 niños, niñas y adolescentes migrantes fueron detenidos sin acompañantes.
Por su parte, funcionarios del Departamento de Salud señalaron que la mayoría de las acusaciones no han sido corroboradas y defendieron la actuación de la institución en el trabajo realizado con menores.