Volver a caminar es un sueño para los pacientes que han padecido paraplejia durante años. La colaboración tecnológica entre inventores rusos y médicos estadounidenses ha abierto el camino para que algunas personas en sillas de ruedas puedan recuperar la capacidad de andar.
Hace cinco años Jered Chinnock sufrió un accidente que lo dejó paralítico. Ahora es capaz de recorrer una distancia equivalente a un campo de fútbol, con ayuda personal y un andador. Él es una de las tres personas en el mundo que pueden caminar otra vez gracias a un implante eléctrico que bloquea la médula espinal lesionada: algo que es un enfoque conjunto de la Clínica Mayo y la Universidad de California.
El paciente de la Clínica Mayo asegura que su equilibrio al sentarse y de pie ha mejorado mucho. "Puedo disparar mi arco mucho mejor porque puedo sostener mi tronco", afirma en declaraciones a RT. "No necesito asistencia, pero aún tengo mis manos puestas en un andador. También he mejorado a la hora de caminar sobre la cinta".
Implante y rehabilitación
Tres médicos rusos han participado en el desarrollo de la tecnología. Uno de ellos, el ahora colaborador del Departamento de Biología y Fisiología de la UCLA, Yuri Guerasimenko, explica cuál fue el origen de las investigaciones conjuntas.
"Todo comenzó con un proyecto internacional que ganamos en Rusia", relata. "Los estadounidenses llegaban a nuestro Instituto de Fisiología Pávlov para realizar investigaciones". Otro centro de cooperación estaba en la ciudad rusa de Velíkiye Luki (provincia de Pskov). "Allí tenemos una buena base de personas sometidas a pruebas, son personas sanas, deportistas. Mientras, en nuestro laboratorio realizábamos pruebas con animales".
El doctor Guerasimenko lleva casi 10 años en EE.UU. y en ese tiempo se han implantado los novedosos sistemas a 15 personas y casi todas ellas pueden mover las piernas, aunque no andar libremente. En el caso de Jered, los médicos lo han sometido a largas sesiones de rehabilitación antes de que llegara al punto donde está.
Conocer los límites de lo posible
"Ahora sabemos que es posible, que podemos replicar los resultados anteriores, permitir que alguien con una lesión completa de la médula espinal mueva sus piernas nuevamente, pero sé que nuestro verdadero desafío comienza en entender cómo sucedió esto, por qué sucedió y quiénes son los mejores pacientes para ayudarnos a seguir adelante", señala Kristin Zhao, profesora de Ingeniería Biomédica.
Los doctores advierten que no todos los pacientes con lesiones similares tienen por qué responder de igual manera al tratamiento. Este enfoque requiere más estudios para poder establecer todos los riesgos. Tampoco saben cuánto podría costar finalmente el tratamiento, ya que todavía se está perfeccionando. Sin embargo, pese a todas estas cautelas y reticencias, la ciencia y la cooperación han conseguido lo que hasta hace poco solo podía ser concebido como un milagro.
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