El flamante complejo telescópico Speculoos, que forma parte del Observatorio Paranal del Observatorio Europeo Austral (ESO) —sito en el chileno desierto de Atacama— ha proporcionado la imagen de su primera observación científica, un evento inaugural conocido como 'primera luz', informa la organización europea.
A pesar de que el objeto seleccionado para esta fotografía 'de bautismo' fue la galaxia NGC 6902 —un objeto bien conocido los para los astrónomos —, el verdadero propósito del Speculoos es observar estrellas cercanas y ultrafrías para localizar posibles planetas habitables que puedan estar eclipsando a estos cuerpos de poca luminosidad.
Esta 'máquina cazadora de planetas' consta de cuatro telescopios de un metro de abertura primaria, cada uno de los cuales recibió el nombre de una de las cuatro lunas de Júpiter: Ío, Europa, Ganimedes u Calisto.
Así, la imagen captada por el telescopio Ganimedes registró la mencionada galaxia espiral —ubicada a 120 millones de años luz de nuestro planeta en la constelación de Sagitario— en un nivel de detalle que permite apreciar cómo sus brazos luminosos giran hacia el exterior alrededor de un centro brillante y se disuelven en una nebulosa de tonos azulados en las partes más alejadas.
Una vez que Speculoos empiece a servir a su propósito original, los objetos detectados por este sistema serán estudiados en detalle por otra infraestructura del ESO, tales como el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés).
Entretanto, la calidad de esta primera imagen entusiasma a los investigadores, quienes se muestran confiados en que le proyecto permitirá abrir nuevas fronteras en la búsqueda de exoplanetas.