La muerte del nieto de Lula provoca reacciones de insensibilidad y solidaridad en Internet
Arthur, de 7 años de edad, uno de los nietos del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, murió el viernes pasado debido a un cuadro de meningitis; la tragedia dio lugar a que fueran exhibidos multitud de mensajes de odio y hasta noticias falsas en redes sociales.
Una de estas 'fake news', incluso, responsabilizó indirectamente a Lula por la muerte de su nieto, por supuestamente haber vetado un proyecto que incluía cinco vacunas en el calendario de vacunación infantil. Sin embargo, la misma nota aclaraba que el proyecto de ley vetado por el expresidente era sobre vacunas ya presentes en la cartilla o que habían sido sustituidas por otras que ofrecían mayor protección, con base en información de la prensa local.
El exmandatario brasileño, quien se encuentra encarcelado en Curitiba, estado de Paraná, por una causa de corrupción, recibió autorización para asistir al entierro del pequeño, que se realizó el sábado pasado.
Reaccionan en redes
Por su gran insensibidad, uno de los mensajes que más llamó la atención en redes sociales tras la muerte del pequeño fue el del diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del actual presidente del país, quien escribió que Lula debería estar "en una cárcel común, como un preso común" y negarle, por tanto, la oportunidad de ir al entierro de Arthur.
"¿Cuando el pariente de otro preso muera, también será escoltado por la PF [Policía Federal] para el entierro? Absurdo imaginar eso, [que] deja al ladrón en evidencia haciéndose pasar por pobrecillo", escribió Bolsonaro el viernes en Twitter.
Le respondió Fernando Lula Negrao, quien apuntó que las palabras del hijo del mandatario eran propias "de la falta de misericordia, de los odios, de las angustias y de la falta de amor que es típica de los psicópatas, de los asesinos seriales y de los cobardes…" .
Asimismo, el usuario @Renatoseixas5 defendió el que el expresidente hubiera salido de prisión para el entierro de su nieto, pues "no es un criminal peligroso (…) He votado a Bolsonaro, pero a veces nos decepciona con tanta deshumanidad", escribió.
Meu amigo até um preso común sai da cadeia para um velório de um parente, Lula não é um criminoso de perigosidade. Meu modo de ver ele tem e devia ir sim no velório de qualquer parente. Votei em bolsonaro mas a horas que vcs nos desapontam com tanta desumanidade
— Renato seixas (@Renatoseixas5) 3 de marzo de 2019
Incluso el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del partido Demócrata (DEM), quien es considerado adversario político de Lula, le manifestó solidaridad.
Minha total solidariedade ao ex-presidente Lula e sua família neste momento tão difícil. Sou pai de cinco filhos, imagino a dor profunda desta perda tão precoce. Que Deus possa confortar o coração de todos.
— Rodrigo Maia (@RodrigoMaia) 1 de marzo de 2019
Ante las críticas, Bolsonaro manifestó que la muerte del niño era un hecho lamentable e indeseable, pero no cambió de opinión sobre su dicho.
Lula hace una promesa ante Arthur
Durante la ceremonia fúnebre, que duró alrededor de dos horas, Lula se comprometió a demostrar su inocencia como una forma de honrar a su nieto, quien venía sufriendo 'bullying' en la escuela, pues sus compañeros le decían que su abuelo estaba preso por ladrón.
Lula, muito emocionado, ficou em torno de duas horas com a família e amigos mais próximos no velório. #timeLula#LulaLivrehttps://t.co/coqbCpYU7u
— Lula (@LulaOficial) 2 de marzo de 2019
Arthur Araujo Lula da Silva, uno de los seis nietos del expresidente, murió el viernes en un hospital de Sao Paulo en el que fue ingresado por una meningitis meningocócica.
— Lula (@LulaOficial) 1 de marzo de 2019
La muerte se produjo un mes después de que el hermano mayor del exmandatario, Genival Inácio da Silva, falleciera víctima de cáncer.
Lula quiso acudir al entierro de su hermano, pero el Tribunal Federal Supremo solo le autorizó una reunión familiar cuando el cuerpo ya había sido sepultado, por lo que decidió rechazar el permiso y permanecer en su celda.
Apenas el 6 de febrero pasado, la jueza brasileña Gabriela Hardt condenó a Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión por delitos de corrupción, en torno al supuesto pago de sobornos para la reforma de una casa de fin de semana en Atibaia (Sao Paulo), que fue financiada por las constructoras OAS, Odebrecht y Schahin.