La vacuna triple vírica, usada para inmunizar a niños contra enfermedades contagiosas como el sarampión, la parotiditis y la rubeola, no aumenta el riesgo de sufrir autismo, según los resultados de un reciente estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Investigadores daneses estudiaron 657.461 niños del país nacidos entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2010. Los observaron desde su primer año de vida y hasta el 31 de agosto de 2013. Solo 6.517 de ellos fueron diagnosticados con autismo y los especialistas no han encontrado vínculos entre la vacuna contra estas enfermedades y el autismo.
"El autismo apareció con la misma frecuencia entre los niños que habían sido vacunados con vacuna triple vírica que entre los 31.619 niños que no habían sido vacunados. Por lo tanto podemos concluir que la vacuna triple vírica no aumenta el riesgo de desarrollar autismo", resume Anders Hviid, uno de los autores del estudio.
Los especialistas centraron sus observaciones en parámetros de riesgo como "niños de padres mayores, niños cuyas madres han experimentado complicaciones durante embarazo, niños cuyas madres han fumado, niños con bajo peso al nacer, así como asociaciones relacionadas con el tiempo entre el momento de la vacunación y el desarrollo del autismo", según explicaron en el sitio web de Statens Serum Institut.
Igualmente, los especialistas del país escandinavo no han observado un aumento del riesgo de sufrir autismo después de la vacunación en subgrupos de niños que presentaban factores de riesgo asociados a la enfermedad.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evasión de vacunas se halla entre las diez amenazas globales del 2019. Además, la OMS subraya que los casos del sarampión han aumentado en 30 % en todo el mundo.