Dos altos funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. han viajado a Turquía para convencer a Ankara en el "último momento" de que rompa el contrato para comprar sistemas antimisiles S-400 Triumf de Rusia por 2.500 millones de dólares.
El subsecretario de Estado adjunto norteamericano, Matthew Palmer, y el enviado especial de EE.UU. para Siria, James Jeffrey, negociarán con representantes turcos para desbaratar ese acuerdo, según han confirmado fuentes diplomáticas al periódico Hurriyet.
Así, Palmer se centraría en el acuerdo entre Moscú y Ankara y los planes de Washington para vender los sistemas antiaéreos Patriot de EE.UU. a Turquía, mientras que Jeffrey abordaría la hoja de ruta sobre Manbij (Siria) que ambas partes acordaron en junio de 2018.
El Pentágono presiona para que Turquía abandone su plan para adquirir el armamento de Rusia con el argumento de que, en caso contrario, pondría en peligro la operación para adquirir cazas F-35 de próxima generación y sistemas Patriot estadounidenses.
La oferta sobre los Patriot, que Ankara aún no ha aceptado, expira a finales de marzo. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado reiteradamente que no cambiará sus planes respecto a los S-400.