La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. ha cerrado de manera silenciosa un programa que analizaba los registros de las llamadas y mensajes de texto de los estadounidenses, informa The New York Times, citando comentarios del podcast 'Lawfare' de Luke Murry, asesor de seguridad nacional del congresista republicano Kevin McCarthy.
El programa fue expuesto públicamente en 2013 por el excontratista de la NSA fugitivo Edward Snowden, y, de acuerdo con el medio, la agencia no ha utilizado este sistema desde hace meses, por lo que la Administración Trump podría no pedirle al Congreso que renueve su autoridad legal, que expirará a fin de año.
Registros telefónicos de millones de estadounidenses
Originalmente llamado Stellarwind, el polémico programa fue implementado en secreto por primera vez bajo la Presidencia de George W. Bush como parte de su intensa búsqueda de conspiradores de Al Qaeda en las semanas posteriores a los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001. El sistema permitió a los servicios de la inteligencia de EE.UU. recopilar registros telefónicos de millones de estadounidenses en los que se mostraba a qué números llamaban, cuándo y durante cuánto tiempo se comunicaban, pero no el contenido de esas llamadas.
La filtración sobre este programa, una de las más significativas realizadas por Snowden, provocó fuertes críticas contra Washington, contribuyendo a aumentar la conciencia acerca de cómo los gobiernos y las empresas privadas recolectan y explotan los datos personales de los ciudadanos.
Si bien los funcionarios de inteligencia no pudieron detallar qué atentados había frustrado el programa, lo defendieron como una herramienta útil de clasificación para detectar posibles conexiones entre terroristas y sugirieron que hubiera estado implementado antes del 11 de septiembre, podría haber ayudado a descubrir el plan de Al Qaeda. Por el lado contrario, los críticos calificaron ese argumento de exagerado y describieron a Stellarwind como una invasión de la privacidad legalmente dudosa.
En 2015, la Administración Obama adoptó un plan para poner fin a la recopilación masiva de datos telefónicos de la NSA, pero preservó la capacidad analítica del antiguo programa, lo que dio lugar a la promulgación de la Ley de Libertad. Según esta, los registros masivos quedaron en manos de las compañías telefónicas, no del Gobierno, pero con el permiso de un juez, la agencia podía recuperar rápidamente los registros telefónicos y de texto de los sospechosos, así como de todas las personas que habían estado en contacto con ellos.
¿Hace falta extender la Ley?
Con vistas a la próxima expiración de la ley en diciembre de este año, los defensores de la seguridad y los de la privacidad se han estado preparando para una batalla legislativa en torno a extender o modificar el programa.
Luke Murry, por su parte, expresó sus dudas sobre si ese debate será necesario, haciendo hincapié que el Gobierno estadounidense "no lo ha estado utilizando durante los últimos seis meses". "En realidad, no estoy seguro de que la Administración quiera volver a iniciarlo", aseveró.
Para reforzar esta idea, se refirió a los problemas que la NSA reveló el año pasado, después de que unas "irregularidades técnicas" contaminaran la base de datos de la agencia con registros de mensajes que no tenía autoridad para recopilar. Por ese motivo, los funcionarios eliminaron cientos de millones de registros de llamadas y mensajes de texto recopilados de las empresas estadounidenses de telecomunicaciones.
A su vez, Matt Sparks, un portavoz de la oficina de McCarthy, ha afirmado que Murry "no estaba hablando en nombre de la política de la Administración o de lo que el Congreso planea hacer sobre este asunto", recoge The New York Times.
¿Estarían preparando algo más eficiente?
El propio Snowden aplaudió la noticia, al igual que Glenn Greenwald, quien fue el primero en publicar las revelaciones del excontratista de la NSA en el diario The Guardian.
"Solía dar un salto de la victoria cada vez que salía una de estas historias. Me sentía bien al ver que la historia reivindica mi decisión de exponer las irregularidades del Gobierno. Hoy en día, solo desearía no haber tardado tanto tiempo en hablar. Ojalá que no hubiera tenido tanto miedo", escribió Snowden en su cuenta de Twitter.
Otros se mostraron más escépticos, dado el historial de la NSA. Muchos internautas creen que el hecho de que si el programa fue, como dice Murry, suspendido de facto el año pasado, esto indicaría que la agencia ha estado ocupada con otra cosa durante los últimos meses.
"Si eso es cierto, pueden estar seguros de que hay seis programas más grandes, mejores, más rápidos ya funcionado", escribió un usuario de Twitter.
"Esto es lo primero que me vino a la mente también... Incluso podrían estar subcontratando nuestra información a otros países en este momento", respondió otro.
"[El programa fue] cerrado porque la nueva versión de inteligencia artificial es un millón de veces más eficiente e imposible de rastrear", sugirió otro internauta.