Brasil ha enviado una expedición, la mayor de los últimos 20 años, a las profundidades del Amazonas en busca de suavizar las relaciones de dos tribus que amenazan con enfrentarse por un conflicto de territorio.
La expedición, que puede durar varios meses, está liderada por la Fundación Nacional del Indio (Funai), que tiene como principal política establecer contacto cuando la supervivencia de los indígenas está en peligro "inminente".
El equipo, integrado por médicos, especialistas indigenistas con experiencia en tribus aisladas e indígenas de cuatro tribus, cuenta con el apoyo del Ejército, la Policía Federal y el Ministerio de Salud. Los especialistas han estado preparando durante un año esta misión.
Una de las tribus, los Matis, mantienen el contacto desde los años 70, mientras que en 1996 la Funai estableció contactó con 18 personas del grupo Korubo, también conocido como 'hombres de palo', en referencia al utensilio que utilizan para protegerse.
Las dos tribus se encuentran en Tierra Indígena Valle de Javari, una zona situada en el extremo oeste del Amazonas, fronteriza con Perú y delimitada por el Río Javari. Según la Funai, es una de las mayores tierras indígenas demarcadas del país, con más de ocho millones de hectáreas.
Los datos de la ONG Survival indican que el Valle de Javari tiene una de las mayores concentraciones de pueblos indígenas aislados en Brasil, con aproximadamente siete tribus no contactadas y otras siete contactadas.
Matis y Korubo
Ambas tribus, Matis y Korubo, viven en la actualidad a unos 20 kilómetros de distancia la una de la otra. Ante un posible brote de violencia, los grupos pidieron a la Funai intervenir. La expedición pretende contactar con los korubo y convencerles de no enfrentarse con sus vecinos. Además, otro de los objetivos es que los korubo vuelvan a retomar la relación con sus familiares.
Los Matis y Korubo se contactaron de manera amistosa en 2013, pero al año siguiente se produjeron enfrentamientos entre ellos, que dejaron varios muertos. La escalada de violencia empujó a algunos korubo a desertar.
"Los korobu que se mantienen aislados desconocen que hubo una parte de disidentes en su grupo", comenta a través de un comunicado la Funai, dando así a entender la dificultad y peligrosidad de esta misión.
El gasto total de la denominada Expedición de Protección y Monitoramiento de Indígenas Aislados Korubo del Río Coari puede llegar a más de 800.000 reales (más de 205.000 dólares), siempre y cuando todo salga como lo planeado y dando por hecho que la misión será exitosa.
Funai
La Funai está dedicada exclusivamente a la protección de las comunidades indígenas. En una de sus primeras medidas de Gobierno, el presidente, Jair Bolsonaro, decidió traspasar del Ministerio de Justicia al de Agricultura la cuestión de la demarcación de las tierras y la Funai fue relegada a la cartera de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos.
"Se trata de una medida que subordina derechos fundamentales de minorías que están previstos en la Constitución brasileña a los intereses de un sector económico que en los últimos años se ha mostrado contrario a los derechos de las personas", explicó a RT Mauricio Guetta, investigador de Derecho Ambiental y asesor jurídico del Instituto Socioambiental de Brasil.
Marta Miera
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