"Quiero anunciarles, hermanos y hermanas, que en los últimos cinco años hemos traspasado nuestra frontera tres veces y nuestros hombres llevaron a cabo ataques aéreos con éxito", ha declarado este sábado el ministro del Interior de la India, Rajnath Singh.
Uno de los ataques mencionados por Singh fue un denominado ataque quirúrgico en 2016, después del atentado del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed contra la base militar india en la localidad de Uri, situada en el estado indio de Jammu y Cachemira, en la disputada región de Cachemira, en la que murieron 17 soldados. Los militares indios atacaron bases terroristas en la parte paquistaní de Cachemira, cerca de la línea de demarcación que separa las zonas que controlan ambos países.
"La India ya no es débil"
Otra acción tuvo lugar después del reciente ataque suicida en Pulwama (Jammu y Cachemira) del 14 de febrero, reivindicado por el mismo grupo terrorista, que se cobró la vida de 45 personas. La Fuerza Aérea India llevó a cabo ataques aéreos preventivos en Balakot, Pakistán, con el fin de destruir uno de los campamentos más grandes de Jaish-e-Mohammed.
"No les daré información sobre el tercer ataque", señaló el ministro indio del Interior, quien se limitó a agregar que su país "ya no es débil". Podría tratarse de un ataque de 2017, atribuido al Ejército indio, que en aquel entonces ni confirmó ni desmintió su supuesta responsabilidad por cruzar la línea de demarcación en Cachemira y matar a tres soldados paquistaníes, según reportaron diversos medios.
Mientras tanto, Pakistán detuvo al hermano e hijo del líder de Jaish-e-Mohammed, Masood Azhar, este martes. El primer ministro paquistaní, Imran Khan, declaró el viernes que el Gobierno "no permitirá que la tierra de Pakistán se use para cualquier tipo de terrorismo externo".