Un avión de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, en coordinación con Turquía, llevo a cabo un ataque aéreo contra un almacén de armas y municiones del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham (Frente Al Nusra) en la ciudad siria de Idlib, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso, citado por TASS.
Según trascendió, las autoridades habían detectado que un día antes había sido entregado al depósito un gran lote de drones que los yihadistas planeaban usar para un ataque aéreo a la base aérea rusa de Jmeimim.
Este aeródromo ha sido atacado en varias ocasiones con aviones no tripulados. El 6 de enero de 2018, los terroristas en Siria por primera vez recurrieron al uso masivo de estos vehículos aéreos en un ataque a la base de Jmeimim y en Tartús. Este fue repelido con éxito, y se saldó con siete drones derribados y seis controlados mediante los sistemas rusos de guerra electrónica.
En agosto de ese mismo año, militares rusos derribaron al menos 47 drones mandados por terroristas contra esta base aérea, sin dejar víctimas ni daños materiales. Posteriormente, el viceministro de Defensa de Rusia, Alexánder Fomin, aseguró que la gestión de esos drones se realizó desde un avión estadounidense de reconocimiento Poseidon-8 equipado con modernos sistemas de navegación. Esto podría sugerir que "algún país proporciona sus tecnologías avanzadas a los grupos terroristas", indicó el Ministerio de Defensa ruso.