El contralmirante David Burden y el excomandante Rafael Pietro, de la Armada argentina, expusieron ante una comisión bicameral del Congreso su respaldo a la teoría de que el submarino ARA San Juan, desaparecido en noviembre de 2017, sufrió una implosión.
Si bien la nave fue encontrada un año más tarde, se realizaron las pericias correspondientes sin sacarla a la superficie. "Definitivamente hubo una implosión", aseguró Burden, quien además es director general de Material de la marina.
Según informó el militar, esto es lo que sostuvo el fabricante alemán de la embarcación, Thyssen Nordseewerke, cuyas oficinas visitó el pasado diciembre. Para acompañar esto mostró un gráfico de las tuberías del submarino y explicó que por allí ingresó agua de mar hasta las baterías provocando "un cortocircuito con incendio de humo, sin llama".
En esa sintonía, descartó cualquier hipótesis de falta de mantenimiento o ataque externo. Según Burden, cuando la nave salió del último puerto en la ciudad de Ushuaia "estaba bien".
Otras teorías
Durante el año que duró la búsqueda y en la actualidad, existen otras versiones de los hechos. Esta misma semana, el ingeniero y perito naval Jorge Bojanic se presentó espontáneamente ante el fiscal Jorge Di Lello para darle su opinión profesional.
Desde su perspectiva, el hundimiento se debió a "una mina antisubmarina o un misil antibuque". Argumentó que "en una de las fotos que dejó trascender la jueza de la causa se observa que la calota está totalmente destruida".
"Para lograr ese nivel de destrucción se necesitan 300 kilos de TNT y es imposible que por la explosión de hidrógeno o la implosión por la profundidad se obtenga tamaña destrucción", analizó.
Además agregó que en otra imagen "junto a la hélice, a su izquierda, se observa una especie de cuerno. Ese cuerno es el booster de un misil antibuque". Según su punto de vista, la embarcación estaba en una supuesta "misión secreta" ordenada por el presidente Mauricio Macri y el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren.
No es la primera vez que expertos señalan esta posibilidad. Sin embargo, desde la Armada siempre se la ha descartado. Por su parte, el perito naval Fernando Morales, precisó en diálogo con Aire de Santa Fe que "el submarino ARA San Juan no fue atacado por algún enemigo y tampoco fue abandonado por la Armada como se decía".
Si bien reconoció que "el submarino no estaba cero kilómetro", recordó que "tampoco iba a la guerra; estaba haciendo una misión".