Resuelven el hallazgo del cadáver de un recién nacido en una zanja 40 años después

La sospechosa ha confesado que abandonó a su bebé tras parir sola en su apartamento porque "era muy joven y estúpida".

Las autoridades estadounidenses han resuelto el misterio que rodeó la aparición del cadáver de un recién nacido en una zanja de Sioux Falls (Dakota del Sur, Estados Unidos) 38 años después.

El pasado 8 de marzo, la Policía arrestó a Theresa Bentaas, una mujer de 57 años que tenía 19 cuando sucedieron los hechos y ahora está acusada de asesinato en primer y segundo grado, así como de homicidio involuntario.

Para quedar en libertad provisional, esa mujer tendrá que pagar una fianza de 250.000 dólares. Por su parte, el padre del difunto no estaba enterado del embarazo, así que no afronta cargos.

El 28 de febrero de 1981, Lee Litz halló al bebé, bautizado como Andrew John Doe, envuelto en unas mantas y, desde entonces, lo considera como su "hijo perdido", como relató a la publicación local The Argus Leader.

El menor, que habría nacido el día anterior, tenía la placenta adherida y lágrimas heladas en las mejillas. Posteriormente, los forenses dictaminaron que había muerto congelado.

El ADN fue fundamental

El caso quedó sin resolver y se reabrió en 2009, cuando la Policía ya contaba con técnicas para identificar ADN y resolver crímenes antiguos.

Así, la investigación se volvió a poner en marcha con la exhumación del cuerpo del bebé para extraer material genético y siguió su curso durante otros 10 años.

Theresa Bentaas todavía vivía en Sioux Falls, donde está casada y con dos hijos vivos. El estudio de sus muestras de ADN indicó que era sospechosa, según explicó el detective Michael Webb.

Tras su arresto, la acusada confesó que "era muy joven y estúpida", así que mantuvo el embarazo en secreto, dio a luz sola en su apartamento y, al día siguiente, condujo con el bebé en el asiento del copiloto hasta el maizal donde lo abandonó.