A medida que los ciudadanos de Nueva Zelanda de todas las razas y religiones se están uniendo para rendir homenaje a las decenas de víctimas de la masacre en la ciudad de Christchurch, comienzan a salir a la luz las historias de personas que intentaron frustrar heroicamente el ataque terrorista.
El australiano Brenton Tarrant, de 28 años de edad, abrió fuego el 15 de marzo contra las congregaciones de dos mezquitas de Christchurch, mientras los fieles se reunían para las oraciones del viernes, matando a 50 personas e hiriendo a otras decenas. Y si no fuera por las acciones valientes de al menos tres personas, el número de muertos podría haber sido mucho mayor.
Mezquita de Masjid Al Noor
Durante el ataque en la primera mezquita, la de Masjid Al Noor, Naeem Rashid, se enfrentó al terrorista en un intento de desarmarlo y proteger a otras personas de las balas. Tenía 50 años y murió la noche del viernes en un hospital de Christchurch como resultado de las heridas que recibió al enfrentarse a Tarrant.
Naeem Rashid era de origen pakistaní. En su país natal trabajaba en el sector bancario privado. Después de llegar a Nueva Zelanda hace varios años se desempeñaba como profesor. Su hijo Talha, de 21 años, también falleció en el ataque.
Mezquita de Linwood Masjid
Abdul Aziz, originario de Afganistán de 48 años, contó a Sky News que en el momento del ataque se encontraba dentro del centro islámico Linwood Masjid junto con su familia, incluidos sus cuatro hijos. Al escuchar los disparos, tomó un lector de tarjetas de crédito de una mesa para usarlo como arma. Al salir del edificio se topó con cuerpos de dos personas en un camino cercano.
Aziz vio al atacante en el aparcamiento del centro islámico: se dirigía hacia su auto para agarrar un arma y mientras lo hacía, el hombre le arrojó el lector de tarjetas de crédito. El agresor comenzó a dispararle a Aziz, quien logró esquivar las balas metiéndose entre los autos aparcados.
En ese momento Aziz recogió un arma tirada por el asesino y se dirigió hacia el terrorista. "Le estaba gritando: 'Ven, estoy aquí, ven aquí'. Traté de atraerlo hacia mí. No quería que entrara en la mezquita", ha contado Aziz.
El arma que recogió no tenía municiones, por lo que cuando el criminal volvió a su automóvil, el hombre tiró la escopeta "como su fuera una flecha", destrozando la ventana del coche. "Se rompió la ventana y de esa manera se sobresaltó", agrega Aziz, al detallar que el terrorista "me insultó y se fue" en el coche.
Latef Alabi, el imán en funciones de la mezquita de Linwood Masjid indicó que gracias a Aziz muchas personas se salvaron. "De lo contrario, si [el terrorista] hubiera vuelto a entrar en la mezquita, probablemente todos nos hubiéramos ido". En el momento del ataque se encontraban en la mezquita entre 60 y 70 personas, hubo 7 víctimas mortales.
El joven héroe de la segunda mezquita
Syed Mazharuddin, uno de los sobrevivientes del reciente ataque contó que el tiroteo en el centro islámico Linwood Masjid fue interrumpido gracias a la actitud heroica de un joven, quien se enfrentó al tirador y logró quitarle una de sus armas.
"Vio una oportunidad, se abalanzó sobre él y le quitó su arma", recuerda el testigo, quien no mencionó el nombre del héroe, pero indicó que era el "joven que cuida ese templo". El héroe intentó defender a todos los presentes en la mezquita, pero no supo cómo usar el arma, añadió Mazharuddin.
De todos modos, su inesperada acción espantó al agresor y lo obligó a abandonar el lugar. "El héroe intentó perseguirlo y no pudo encontrar el gatillo de la pistola [...] Corrió detrás de él, pero había gente esperándolo en un auto y huyó", agregó.
Por el momento el joven sigue siendo un héroe anónimo.