Una alta concentración elementos tóxicos como antimonio y cadmio ha sido descubierta en los líquidos biológicos de la difunta modelo Imane Fadil, testigo clave en el Caso Ruby contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, ha informado el fiscal de Milán, Francesco Greco.
El cadmio urinario superaba el valor normal en siete veces, mientras que el nivel de antimonio lo hacía en tres. Los investigadores analizarán también los órganos de la mujer para detectar la posible presencia de sustancias radiactivas, detalló el fiscal en rueda de prensa.
"Esperaremos a los resultados de las pruebas de autopsia", respondió Greco a un periodista que le preguntó por su opinión sobre el caso.
Fadil falleció el pasado 1 de marzo a los 34 años después de "un mes de agonía" en un hospital donde fue hospitalizada en estado grave. Según la Fiscalía, unos días antes de su muerte, la exmodelo de origen marroquí sugirió que había sido envenenada.
Fadil temía ser "controlada" y repetía que todavía tenía "muchas cosas que decir" sobre el Caso Ruby, proceso en el que Berlusconi fue acusado de pagar por tener sexo con una bailarina marroquí menor de edad, Karima El Maghoud, conocida como Ruby. En 2013, el exmandatario fue condenado a siete años de prisión, pero luego la sentencia fue revocada por falta de pruebas.
'Conocí al diablo'
Durante el juicio, Imane Fadil dio testimonios sobre las fiestas en la villa de Berlusconi, donde afirmó haber estado varias veces. En particular, la exmodelo contó que en ellas las jóvenes, incluida la asesora del político Nicole Minetti, se vestían de monjas y hacían estriptis.
Fadil también participó en el proceso contra personas del entorno de Berlusconi (incluida Minetti), que fueron condenadas por involucrar en prostitución a mujeres que participaron en las fiestas del ex primer ministro.
En 2018, la modelo reveló que estaba escribiendo un libro sobre su experiencia titulado 'Conocí al diablo'.
Después de la noticia de la muerte de Fadil, Berlusconi declaró que no la conocía y nunca habló con ella, al mismo tiempo que tachó sus afirmaciones de "inventadas y absurdas".