Dos excomandantes de la Armada argentina comparecieron el martes ante la comisión parlamentaria que investiga el accidente del submarino ARA San Juan, y aseguraron que "no hubo ningún pedido de auxilio" desde el navío antes de perder contacto en tierra, por lo que avalaron la posibilidad de una "implosión".
Claudio Villamide, ex comandante de la Fuerza de Submarinos, y Héctor Alonso, quien se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Comando en la misma fuerza, expusieron sus declaraciones respecto al hundimiento de la nave que dejó 44 tripulantes muertos y cuyos restos aun permanecen en el mar.
Ambos funcionarios participaban de la supervisión del trayecto en tierra y recordaron que en una comunicación con la tripulación les informaron que se había producido "un principio de incendio controlado y que se encontraban ventilando en la superficie".
En ese momento, según sus testimonios, le indicaron al comandante del ARA San Juan, Pedro Fernández, que tenía "libertad de maniobra para que resolviera a su criterio profesional".
Villamide ya había declarado el pasado 26 de junio del 2018. En esa oportunidad, negó la existencia de "anomalías severas" y aseguró que "en condiciones seguras, el submarino estaba habilitado para navegar". En la jornada actual, ante la comisión presidida por el senador José Anatolio Ojeda, ratificó sus dichos.
Por su parte, Alonso se refirió al accidente ocurrido en noviembre de 2017 y analizó que "un incendio puede ser catalogado como una avería seria, pero no siempre es una emergencia".
"Se le dio la orden apropiada a Fernández para que haga lo que considerara necesario en dicho momento. Él decidió volver a inmersión, ya que no habrá visto riesgo alguno", expuso el excapitán.
Los dos coincidieron en que la posibilidad de una implosión es la explicación más acertada para justificar el hundimiento.
Misma teoría
El contralmirante David Burden y el excomandante Rafael Pietro, de la Armada argentina, expusieron el pasado jueves, ante la comisión parlamentaria, su respaldo a la teoría de que el submarino sufrió una implosión.
Si bien la nave fue encontrada un año más tarde, se realizaron las pericias correspondientes sin sacarla a la superficie. "Definitivamente hubo una implosión", aseguró Burden, quien además es director general de Material de la marina.
Según informó el militar, esto es lo que sostuvo el fabricante alemán de la embarcación, Thyssen Nordseewerke, cuyas oficinas visitó el pasado diciembre. Para acompañar esto mostró un gráfico de las tuberías del submarino y explicó que por allí ingresó agua de mar hasta las baterías provocando "un cortocircuito con incendio de humo, sin llama".