La Cámara de Apelaciones del Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales de la ONU en La Haya (Países Bajos) ha endurecido la pena para el exdirigente serbobosnio Radovan Karadzic y lo ha condenado a cadena perpetua.
Condenado en 2016 a 40 años de prisión por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad durante la guerra de Bosnia (1992-1995) por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya, Karadzic presentó un recurso insistiendo en su inocencia y considerando el proceso penal en su contra como político. La Cámara de Apelaciones consideró la pena de 40 años de prisión demasiado leve dada la gravedad de sus crímenes y el peso de su responsabilidad.
Las fuerzas de los serbios de Bosnia, encabezados por Karadzic mientras era presidente de la república de Srpska (1992-1996), cometieron numerosos crímenes contra los musulmanes y croatas bosnios, desde asesinatos hasta exterminios y traslados forzosos.
Entre los cargos más graves de los que se le responsabiliza se encuentran la masacre en Srebrenica (Bosnia y Herzegovina) de julio de 1995, cuando las fuerzas serbobosnias mataron a alrededor de 8.000 hombres y niños musulmanes y el sitio de Sarajevo durante 44 meses, entre 1992 y 1996, en el que murieron 10.000 civiles.