La Generalitat de Cataluña cambia el lazo amarillo de su fachada por otro blanco
El presidente catalán, Quim Torra, ha decidido retirar la pancarta con el lazo amarillo que colgaba de la fachada de la sede de la Generalitat (Gobierno regional de Cataluña), en cumplimiento del mandato de la Junta Electoral Central (JEC), y ha colocado otra con un lazo blanco atravesado por una banda roja.
Varias personas han desplegado en la mañana de este jueves la nueva pancarta, que tiene el mismo tamaño y diseño que la anterior, y mantiene el mismo lema en catalán y en inglés, que reclama la libertad de los líderes independentistas presos, a los que se refiere como 'presos políticos y exiliados'.
Colocan una nueva pancarta en el balcón del Palau de la Generalitat tapando el lazo amarillo pic.twitter.com/1PZBZFvZb6
— Europa Press TV (@europapress_tv) 21 de marzo de 2019
Durante la madrugada, dos empleados municipales de limpieza habían procedido a retirar los lazos amarillos que se hallaban atados a las vallas que protegen el recinto del Palacio de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, pero un activista ha colocado nuevos lazos poco después.
El Síndic de Greuges –el defensor del pueblo catalán–, Rafael Ribó, hizo este miércoles su recomendación al Gobierno de Cataluña de retirar "de forma excepcional los lazos amarillos y las [banderas] esteladas de sus dependencias durante el período electoral".
De esta manera quedaba zanjado, al menos de momento, el pulso que el presidente de Cataluña, Quim Torra, mantenía con la JEC, el máximo órgano español encargado de velar por la legalidad de las elecciones, que ya le había ordenado en dos ocasiones la retirada de las insignias independentistas.
En la tarde de este jueves, se reúne de nuevo la JEC para fijar su postura en torno a la presencia de lemas reivindicativos del independentismo en edificios institucionales públicos de Cataluña.
La "lucha por el relato"
Para Roger Pi de Cabanyes, periodista de la Agencia catalana de Noticias, esta conducta institucional del Ejecutivo de Quim Torra forma parte de "una lucha por el relato", en la que "la Generalitat cree que los líderes independentistas que están en la cárcel son presos políticos, y en la medida en que [consideran que] se ha cometido una irregularidad en el sistema democrático español, quieren denunciarlo y quieren que eso se proyecte en el mundo".
Pi de Cabanyes explica que esta polémica beneficia "al Gobierno catalán y a los partidos independentistas", porque contribuye a "amplificar el problema que hay en Cataluña". "Por eso ellos creen que con este conflicto ganan", añade. El periodista parafrasea y resume el argumento de los independentistas: "Si los presos no son políticos, como dice el Gobierno español, ¿por qué se obliga a quitar esos símbolos [desde la JEC]?"; en otras palabras, desde la óptica soberanista, "no se puede considerar que esos símbolos son políticos si los presos no son considerados como tal".
De cara a las próximas elecciones generales, previstas para el 28 de abril, Pi de Cabanyes considera "muy probable" que los resultados estén "muy marcados por la crisis de Cataluña".