La industria automotriz de México vive un pequeño respiro tras meses de tensión derivados de la negociación del tratado comercial con EE.UU. y Canadá, conocido como T-MEC.
Pero además de ello, los planes para reubicar el ensamblaje de ciertos modelos de vehículos que actualmente se fabrican en Europa, así como los tratados de libre comercio automotriz con Brasil y Argentina, generan cierto optimismo entre algunos analistas.
El acuerdo con el Cono Sur
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía, informó que el país logró un acuerdo de libre comercio con Brasil y Argentina en el sector automotriz.
De este modo, México podría incrementar sus exportaciones de automóviles a ambos países, a cambio de obligar a la industria mexicana a una mayor integración con Brasil en el sector, al incrementar la cuota de contenido regional para la fabricación de vehículos.
Desde 2015, los tres países habían acordado mantener cuotas de exportación e importación de vehículos para proteger a sus respectivas industrias automotrices.
El comercio bilateral en el sector automotor de México con Brasil alcanzó los 4.680 millones de dólares en 2018, mientras que con Argentina, en ese mismo período, se logró un intercambio de 817 millones de dólares, según datos del Gobierno mexicano.
En el mismo año, las exportaciones de México alcanzaron los 2.774 millones de dólares a Brasil y 630 millones de dólares en el caso de Argentina.
En lo que va de 2019, las cifras son más alentadoras. Las exportaciones de vehículos de México a Brasil se han incrementado 16 % durante el primer bimestre, respecto a 2018.
Datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz señalan a Brasil como el cuarto destino de exportaciones mexicanas, país en el que se venden vehículos de las marcas Volkswagen, General Motors, Nissan y Audi.
En contraste, el destino argentino ha caído 61 % durante el primer bimestre, respecto a 2018, debido a la situación de crisis económica que prevalece en la nación suramericana.
¿Una luz después del T-MEC?
Tras varios meses de negociación trilateral, la firma del acuerdo comercial del T-MEC generó condiciones favorables para los fabricantes de automóviles asentados en México.
Una de las mayores modificaciones del T-MEC, en comparación con su antecesor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es la cláusula para que se eleve el contenido regional de los productos necesarios para la fabricación de un automóvil.
De este modo, el contenido regional de autopartes e insumos subirá de 62,5 % a 75 %, motivado a la posible entrada en vigor del T-MEC, una vez que los Congresos de México, EE.UU. y Canadá den el visto bueno en los próximos meses.
Con ello, se prevé que México reciba mayores inversiones como resultado de la transferencia de producción de países como China, Corea, Japón y otros países.
"La industria automotriz mundial está experimentando uno de los cambios comerciales más importantes en más de dos décadas, específicamente los nuevos desarrollos en la realización de negocios en México, incluido el comercio internacional y la seguridad de los productos", se lee en una nota elaborada por la organización ASQ, integrada por expertos con sede en EE.UU. que promueven la calidad en el sector manufacturero.
El análisis también indica que el cambio de Gobierno en México, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, podría generar una serie de efectos secundarios en el sector. Sin embargo, se desconoce si el cambio de políticas internas, orientadas a la incrementar la producción nacional, pueda tener repercusión en las bajas tarifas de insumos que abastecen a la industria automotriz en EE.UU.
De cualquier modo, destaca el informe, el "nuevo liderazgo de México en el sector automotriz" genera condiciones para que el país pueda negociar mejores condiciones arancelarias a las impuestas por EE.UU. al acero y aluminio mexicanos.
Sin embargo, la Industria Nacional de Autopartes de México, estima que tomará entre 2 y 5 años para que la implementación del T-MEC tenga efectos visibles en el sector.
Ford traslada producción de España a México
Un ejemplo de esta tendencia favorable para México en el sector automotriz, a raíz del T-MEC, fue la decisión de la empresa Ford de trasladar la producción de su vehículo de Transit Connect de España a México, a partir de 2021.
La compañía dejará de exportar este modelo al mercado norteamericano desde su planta de Almussafes, en Valencia, España, para llevar la producción de 40.000 furgonetas a la planta ubicada en Hermosillo, Sonora, México. Ese modelo, en la actualidad, es utilizado como taxi en la ciudad de Nueva York, EE.UU.
Ford también planea producir una camioneta eléctrica tipo SUV, cuyo nombre todavía no se ha divulgado, prevista para aparecer en 2020. Ese modelo se fabricará en la planta de Cuautitlán Izcalli, México.
"La producción de esta pequeña furgoneta en la planta de montaje de Hermosillo, México, aumenta el contenido de los Estados Unidos y Canadá por vehículo consistente con el propuesto acuerdo comercial T-MEC", que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo Ford en un comunicado divulgado por la agencia EFE.
Datos sobre la industria automotriz en México
La industria automotriz contribuye con 2,9% del Producto Interno Bruto de México, según datos del informe Diálogo con la Industria Automotriz 2018-2024.
De 2000 a 2017, el sector automotriz fue el principal receptor de Inversión Extranjera Directa en México, con 60.677 millones de dólares. Una cifra que incluso supera el monto proveniente del sector financiero, de acuerdo con el informe.
Esta industria genera impactos en 157 actividades económicas del país, de las cuales 84 corresponden a la industria manufacturera (autopartes, principalemente), y 73 a comercio y otros servicios.
México ocupa el séptimo lugar entre los principales productores mundiales de vehículos y el primero en América Latina. De cada 100 autos fabricados en el mundo, 4,2 son ensamblados en México.
Manuel Hernández Borbolla