La exploración geotérmica puede desencadenar terremotos antropogénicos
La intensidad de los terremotos depende de manera directa de los fluidos subterráneos, con lo cual las compañías energéticas que inyectan líquidos en el subsuelo para llevar a cabo proyectos de podrían generar sismos antropogénicos, sugiere un estudio publicado este miércoles en la revista Nature Communications.
Los lugares en donde hay fallas geológicas —fracturas en el terreno, generalmente planas— juegan un papel clave en los procesos tectónicos que deforman el relieve de la corteza terrestre y los fluidos que contienen determinan en gran medida cómo se propagan los movimientos telúricos.
Estos fluidos "trabajando como un jabón" o "como el aceite que rocían sobre las partes mecánicas" para reducir la fricción, ha explicado Marie Violay, profesora de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) y coautora del estudio y cita el portal Phys.org.
Por su parte, "los terremotos que ocurren por causas naturales generan calor cuando dos placas se frotan entre sí", así que ese aumento de la temperatura "funde la roca" y crea "una película lubricante que hace que la falla se deslice aún más", ha detallado Violay.
Su trabajo formó parte de una investigación más amplia sobre proyectos de exploración bajo la superficie como la energía geotérmica, los pozos de inyección y la minería, que son capaces de desencadenar sismicidad inducida: es decir, terremotos causados por la intervención de las personas.
Para estimar el impacto de este factor humano, los investigadores simularon 36 terremotos de diversa intensidad y velocidad de propagación en granito y mármol con fluidos de cuatro niveles distintos de viscosidad y determinaron que este último parámetro tiene una relación directamente proporcional con la intensidad de los temblores.
"Las actividades de exploración subterránea incluyen la inyección de fluidos presurizados dentro de fracturas en la roca", con lo cual las empresas que realizan esa práctica "deberían considerar este factor en sus cálculos en vez de enfocarse meramente en las consideraciones de volumen y presión", ha subrayado Chiara Cornelio, estudiante de posgrado en el mismo centro suizo y autora principal de la investigación.
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