El presidente de Haití, Jovenel Moïse, nombró este jueves al primer ministro interino de ese país caribeño, Jean Michel Lapin, luego de que su antecesor, Jean-Henry Céant, renunciara este jueves a su cargo tras ser impugnado el lunes por la Cámara de Diputados.
Lapin, quien cumplía funciones como ministro de Cultura y Comunicación, asume en medio de una grave crisis económica y social que motivó a protestas en las calle durante el mes de febrero, con un saldo de 26 muertos y 77 personas heridas.
Esas manifestaciones, sumadas a la grave situación económica, motivaron a la cámara de Diputados a pedir la renuncia de Céant, a quien responsabilizan por la crisis.
El mes pasado se desataron violentas protestas para reclamar la dimisión del presidente, Jovenel Moïse, mejoras de las condiciones de vida y el castigo de la corrupción. Las múltiples denuncias involucran incluso al mandatario, quien ante el fervor opositor en las calles ha dicho públicamente que no dejará el país "en manos de pandillas".
Si bien hubo manifestaciones en varios puntos del territorio haitiano, Puerto Príncipe, la capital del país más pobre del continente, se convirtió en el escenario de brutales choques entre la Policía y opositores al gobierno.
Con una galopante inflación y la devaluación acelerada de la moneda nacional, la administración de Moïse recurrió a un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concederá a Haití un crédito de 229 millones de dólares. Como contraparte, el organismo exige al Gobierno un mayor control del gasto fiscal, y el combate a la corrupción.