"Empezaba con un masaje y acababa en los abusos": las víctimas testifican contra un presunto pederasta en España

Este lunes ha comenzado en Barcelona (España) el juicio contra Joaquim Benítez, exprofesor del colegio Maristes-Sants Les Corts, por presuntos abusos sexuales a cuatro alumnos de ese centro. El proceso, iniciado con el testimonio de las víctimas, se desarrolló a puerta cerrada y evitando el contacto visual con el procesado, que los escuchaba en una sala anexa.

Benitez ha sido denunciado en 17 ocasiones por presuntos abusos sexuales, pero sólo cuatro de esas denuncias han sido admitidas a trámite. Existe material audiovisual –una grabación con cámara oculta, realizada por uno de sus exalumnos– que recoge confesiones explícitas de los actos de los que se acusa al exprofesor. Sin embargo, esas confesiones grabadas, al haber sido obtenidas en el ámbito extrajudicial, no han sido admitidas como pruebas en el proceso.

"Ánimo libidinoso"

Uno de los exalumnos que declaró en esta primera jornada del juicio explicó que en una de las clases, Benitez se enteró de que él padecía una lesión en la espalda y le recomendó que acudiese a su despacho, en el que disponía de una camilla. Una vez allí, el acusado, que aseguraba ser masajista titulado, hizo tumbar al niño y comenzó a masajearle, bajando por la espalda hasta los genitales, "que comenzó a tocar con ánimo libidinoso", según sostiene la acusación pública, citada por el diario El Periodico. De acuerdo con esta versión de los hechos, el exdocente también habría sentado al niño sobre sus genitales y se habría movido como si le penetrase, sin llegar a hacerlo. 

La descripción de estos presuntos hechos coincide con la aportada por uno de los policías responsables de la investigación, que describía el 'modus operandi' del acusado: "Llevaba al estudiante a un despacho y con el pretexto de corregir una lesión empezaba con tocamientos en los genitales, que proseguía con felaciones. Empezaba con un masaje y acababa en los abusos". 

Refiriéndose a otra de las víctimas, la acusación detalla que Benítez le "masajeaba las ingles subiendo sus manos hasta llegar a los genitales" y luego continuaba "cogiendo el pene del menor y masajeándolo de forma lasciva".

Otro episodio relatado por la acusación incluye un contacto con otro de sus alumnos, al que "en alguna ocasión" le pidió que "le hiciera masturbaciones". "Asimismo, daba besos al menor en la boca, utilizando su lengua, y solicitó al menor que le penetrara analmente". 

La vista se prolongará hasta el miércoles, y Benítez será el último en ser interrogado. La fiscalía pide para él una pena de 22 años de prisión y 14 años de inhabilitación, mientras que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que ejercen la acusación popular, reclaman 35 y 26 años de cárcel, respectivamente. Los primeros hechos denunciados se produjeron en 1986 y el último, en el 2011.