El Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM, por sus siglas en francés) demandará a las ramas galas de Facebook y YouTube por permitir que el autor de las masacres en las mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda) transmitiera su ataque en vivo el pasado 15 de marzo.
Ese atacante pudo emitir en directo sus crímenes durante 17 minutos y, horas después, el video con sus crímenes se compartió en YouTube, Twitter, Instagram y WhatsApp, unos actos que en Francia se pueden castigar hasta con tres años de prisión y una multa de 75.000 euros.
Facebook asegura que eliminó "rápidamente" el video que mostró el asesinato de 50 personas pero esta organización, que representa a millones de personas en Francia, asegura que la compañía de Mark Zuckerberg tardó 29 minutos en suprimir el documento gráfico después del comienzo de la transmisión.
Asi, el CFCM demandará a ambas firmas por "transmitir un mensaje con contenido violento que incita al terrorismo o de una naturaleza que puede violar seriamente la dignidad humana y ser visto por un menor".