La Cámara de los Comunes comienza este miércoles a buscar un plan alternativo para el Brexit tras el contundente y reiterado rechazo al Acuerdo de Retirada negociado en Bruselas por la primera ministra Theresa May. Los diputados se pronunciarán en esta sesión sobre sus preferencias, a través de las denominadas 'votaciones indicativas', un procedimiento que culminará en la adopción de la alternativa que cuente con más apoyos, tras descartar las demás.
Estas votaciones no son vinculantes, pero están contempladas en el sistema británico como un instrumento parlamentario para tantear la fuerza de las diferentes posturas en el seno de la Cámara baja, en situaciones de especial complejidad.
De las mociones presentadas este miércoles, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, decidirá cuáles se someten a votación en el tramo final de la sesión. Las que reciban un apoyo mayoritario pasarán a una segunda ronda de votaciones, prevista para el lunes, de la que se espera que salga la decisión definitiva sobre el rumbo que ha de llevar el Brexit.
Este proceso arranca tan sólo dos días después de que el Parlamento asumiera el control de la orden del día mediante la aprobación de una enmienda que arrebataba esta prerrogativa al Gobierno.
Las opciones susceptibles de someterse a votación son variadas: la permanencia en el mercado comunitario y la unión aduanera, un 'Brexit suave' basado en un acuerdo similar al que tiene Noruega con la UE, una salida sin acuerdo, un segundo referéndum o incluso la ratificación del Acuerdo negociado por Theresa May están entre las posibilidades.
A falta de la decisión final, los principales escenarios que pueden contemplarse desde este punto del proceso son los siguientes:
Brexit sin acuerdo el 12 de abril.
Es la primera fecha establecida en la prórroga de dos fases que la UE concedió al Ejecutivo británico. Si el Reino Unido llega a ella sin una alternativa clara, se consumaría el temido Brexit sin acuerdo que tan ansiosamente se ha estado tratando de evitar, a no ser que Londres volviera a pedir una prórroga más larga.
La UE, cuya paciencia se ha puesto peligrosamente a prueba varias veces a lo largo de este proceso, sólo aceptaría si los británicos presentan una alternativa clara y plausible, que tal vez se logre mediante el proceso que se inicia este miércoles.
Es importante recordar que si se descarta un Brexit sin acuerdo en esta fecha, Londres deberá confirmar ese mismo 12 de abril su participación en las elecciones europeas, que se celebrarán entre el 23 y el 26 de mayo.
Brexit con acuerdo el 22 de mayo
Es la segunda fecha de la mencionada prórroga, y está prevista para la posibilidad, en principio remota, de que el Parlamento apoye finalmente, en una tercera votación, el Acuerdo de Retirada negociado por May, que ya ha rechazado en dos ocasiones.
Si finalmente el Brexit se consuma por esta vía, habrá un periodo de transición hasta 2021, durante el cual el Reino Unido seguirá rigiéndose por las normas europeas, pero sin voz ni voto. La función de ese periodo es la negociación de la relación futura con la UE, un proceso que, vistos los precedentes, promete ser complicado.
Prorroga más larga, entre 9 meses y dos años
Un Brexit más lento, de duración indefinida, se perfila también en el horizonte de las posibilidades, siempre a expensas del beneplácito de la Unión Europea.
Westminster podría definir a partir de ahora una propuesta para un Brexit 'más suave', con un espíritu más cercano a las normas comunitarias, o incluso plantear un segundo referéndum para elegir entre el Acuerdo de Retirada negociado por Theresa May y la permanencia.
Si este escenario se consuma, la dilatación temporal haría que el Reino Unido tenga que presentarse a los comicios europeos de mayo y posiblemente se vería también obligado a celebrar elecciones generales en el país.
Cancelar el Brexit
El Reino Unido tiene la capacidad jurídica de revocar de forma unilateral el Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que regula el proceso de salida de un Estado miembro), dejando sin efecto el Brexit.
La mayoría de los diputados británicos rechazan esta posibilidad porque, a su modo de entender, desencadenaría una crisis democrática al no obedecer el mandato legítimo obtenido en el referéndum de 2016, en el que el 52 % de los votantes se manifestaron a favor de abandonar la UE.
No obstante, una petición en la web del Parlamento para revocar el Brexit ha superado los cinco millones de firmas.
David Romero
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