El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ordenó que el próximo domingo 31 de marzo se celebren actos para conmemorar el 55 aniversario del golpe militar de 1964, que dio paso a una dictadura en el país sudamericano que se extendió durante 21 años.
"Nuestro presidente ya determinó que el Ministerio de Defensa realice las conmemoraciones debidas", dijo a la prensa el portavoz de la Presidencia, Otávio Rêgo Barros.
El vocero señaló que Bolsonaro no considera que el 31 de marzo de 1964 hubiese habido un golpe militar. "Considera que la sociedad reunida, percibiendo el peligro que el país estaba viviendo en aquel momento, juntos, civiles y militares, consiguieron recuperar y devolver el rumbo al país", afirmó.
"Si eso no hubiese ocurrido, hoy tendríamos aquí algún tipo de gobierno que no sería bueno para nadie", agregó Rêgo Barros.
Repudio
El Ministerio Público Federal (MPF) de Brasil, a través de la Procuraduría de los Derechos del Ciudadano, manifestó, en un comunicado, que "es incompatible con el Estado democrático de derecho festejar un golpe de Estado y un régimen que adoptó políticas de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y cometió crímenes internacionales".
"El golpe de Estado de 1964, sin ninguna posibilidad de duda o de revisionismo histórico, fue un rompimiento violento y antidemocrático del orden constitucional", explica el MPF en el texto.
El Ministerio Público recordó que la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), que investigó el período dictatorial, reveló que en los 21 años de gobiernos de facto, el Estado brasileño "practicó graves violaciones a los derechos humanos que se califican como crímenes contra la humanidad".
Según el informe de la CNV, hubo 434 muertos o desaparecidos comprobados durante la dictadura; no obstante, consideran que el número es mayor.
Entretanto, el diputado federal Helder Salomão señaló que lo que quiere exaltar Bolsonaro con esta celebración es "persecución, censura, tortura y muerte".
De igual manera, el legislador Paulo Pimenta dijo que la orden de celebrar esta fecha es "una humillación más y una prueba del carácter fascista de Bolsonaro", además, es "un intento de quitar la atención de su incompetencia y el fracaso de su gobierno, que se está debilitando antes de completar los 100 días".
"Brasil celebrando el aniversario del golpe de 64 es como si Alemania instituyera el día de Hitler, con estatuas en todo el país", mencionó, por su parte, la periodista brasileña Hildegard Angel, cuyo hermano Stuart fue preso, torturado y muerto bajo custodia de la dictadura; y su madre, Zuzu, murió en un accidente de tránsito organizado por agentes militares.
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