La audiencia de confirmación de David Bernhardt, nominado por Donald Trump para encabezar el Departamento del Interior estadounidense, contó con la presencia de dos activistas que asistieron al evento con la cara cubierta con sendas máscaras de monstruo del pantano.
Los dos enmascarados son miembros de la organización ecologista Clean Water Action, y uno de ellos permaneció en la sala cerca de dos horas.
Su acción era una protesta contra la posible nominación de Berndhart, una persona que se dedicó al cabildeo de los intereses de empresas petroleras hasta diciembre del 2017, cuando empezó a trabajar en el Departamento del Interior, el organismo responsable de gestionar las tierras estatales en EE.UU. Sin embargo, este detalle no impidió que Trump nominara en febrero su candidatura para ponerse al frente del Departamento.
"Una de estas criaturas del pantano es un antiguo cabildero petrolero que podría estar a cargo de la 'protección' de las tierras y aguas públicas del país. ¿Adivina cuál?", comentó Greenpeace la 'fotobomba' en su cuenta de Twitter.
El contexto se hizo aún más controvertido este martes, cuando The New York Times publicó un artículo en el que acusa a Bernhardt de impedir la divulgación de un informe científico elaborado en 2017 por los expertos del departamento. Según el periódico, el uso de ciertos pesticidas e insecticidas acelera la extinción de más de 1.200 especies amenazadas.
Los ecologistas califican de catástrofe la posible confirmación de Bernhardt por el Senado. "Sería un sueño hecho realidad para las compañías de combustibles fósiles, pero una pesadilla para el pueblo estadounidense," afirmó Janet Redman, directora de la campaña climática y energética de Greenpeace en EE.UU.
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