El ministro de Defensa de Japón, Takeshi Iwaya, anunció este martes la suspensión de los vuelos de sus cazas furtivos de quinta generación F-35A luego de que las autoridades niponas perdieran el rastro de una de estas aeronaves horas antes.
"Por el momento no volaremos los doce aviones F-35A restantes. En primer lugar, nos gustaría hacer un esfuerzo en la búsqueda, el rescate y la investigación de las causas", declaró Iwaya, citado por el canal NHK.
En esta misma jornada hacia las 19:30 —hora local—, un cazabombardero F-35A desapareció de los radares a unos 135 kilómetros al este de la base aérea de Misawa (prefectura de Aomori), durante una sesión entrenamiento. El piloto de la aeronave se encuentra asimismo desaparecido. Unidades de rescate de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón y embarcaciones de la Guardia Costera aúnan esfuerzos en las labores de búsqueda.
Según las investigaciones, el incidente puede estar asociado a una falla en el sistema de comunicaciones inalámbrico. En ese momento, otras cuatro aeronaves del mismo tipo estaban entrenando de manera conjunta con el avión desaparecido, por lo que fue difícil advertir sobre la anomalía con rapidez. La Fuerza de Autodefensa Aérea estudia la posibilidad de que el F-35 se haya estrellado.
Este cazabombardero está fabricado por la compañía estadounidense Lockheed Martin Corporation. El avión destaca por su capacidad para evitar ser detectado por los radares, aunque ha sido criticado por fallas de diseño y problemas técnicos.