La Policía de Israel ha confiscado más de 1.200 cámaras ocultas ilegales a activistas del partido gobernante Likud ubicados en mesas electorales de varias poblaciones del norte de ese país que cuentan con una mayoría árabe.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha confirmado que su formación política equipó a esos 1.200 observadores que empleó con estos dispositivos para asegurar "una "votación honesta". Por su parte, el jefe de la Comisión Electoral israelí ha presentado una denuncia a la Policía sobre la ilegalidad de esa medida, mientras que dos partidos árabes han acusado al Likud de intimidar a los votantes árabes con esta maniobra.