Con más del 98 % de los votos procesados, Benjamín Netanyahu se enrumba hacia su quinto mandato en Israel. El Likud, el partido del actual primer ministro, registra una ventaja de 0,36 puntos porcentuales sobre su rival más cercano.
Para las 08:53 (hora local) de este jueves, según datos del Comité Electoral Central israelí, esa facción política había logrado el favor del 26,83 % de los votantes, mientras que el 26,47 % del electorado ha elegido la papeleta del partido opositor Kahol Lavan (Azul y Blanco), encabezado por el antiguo jefe del Ejército Benny Gantz.
Con una participación cercana al 64,6% —una de las más bajas de los últimos comicios—, estas dos agrupaciones políticas, según los últimos datos del recuento votos, logran cada una 35 de los 120 escaños legislativos en el Knéset (Parlamento de Israel), pero el apoyo de los partidos de derecha serían para el actual dirigente.
Los resultados restantes se reparten entre el partido Shas (Asociación Internacional de los Sefardíes Observantes de la Torá) con el 6,08 % de los votos, Judaísmo Unido de la Torá con el 5,85 %, coalición Hadash-Ta'al con el 4,54 % y el Partido Laborista Israelí (Avoda) y su 4,53 %, entre otros.
Según el analista Alberto García Watson, una victoria de Netanyahu representa "un endurecimiento de las políticas contra las minorías palestinas". El experto añade que los proyectos de "anexión" del primer ministro implicarían "enterrar el proyecto de los dos Estados".
Formación de la coalición de Gobierno
En toda la historia moderna de Israel ninguno de los partidos participantes en las elecciones ha podido obtener los 61 escaños que garantizan la mayoría en el Parlamento, por lo que tras el anuncio de los resultados siempre ha sido necesario formar una coalición de Gobierno.
La semana que viene, en función de los resultados de las parlamentarias y tras consultar a los representantes de los partidos elegidos para el Knéset, el presidente israelí, Reuven Rivlin, encargará a uno de los diputados formar esta coalición de Gobierno.
El candidato a ocupar el cargo de primer ministro cada cuatro años, que suele ser el líder del partido con el mayor número de escaños, tendrá 42 días para formar el gabinete; si no lo consigue dentro del plazo especificado, el presidente transferirá este derecho a otro diputado.