La Policía británica arrestó este jueves al activista Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres (Reino Unido), después de que el presidente ecuatoriano Lenín Moreno anunciase la retirada de asilo diplomático al fundador de WikiLeaks. El periodista salió esposado, por la fuerza, con una larga barba blanca, un aspecto muy deteriorado y aferrándose a un libro. ¿De qué libro se trataba?
El ejemplar que el australiano, de 47 años, sostenía entre sus manos, y con el que también se le vio en la entrada de la sala del Tribunal de Magistrados de Westminster, era 'Gore Vidal: History of The National Security State' (Gore Vidal: Historia del Estado de Seguridad Nacional). Publicado en 2014, el libro recoge las conversaciones sobre el funcionamiento de la política estadounidense entre el periodista Paul Jay y Gore Vidal, fallecido en 2012.
En el libro los autores "discuten sobre los eventos históricos que condujeron al establecimiento del complejo masivo militar, industrial y de seguridad [en EE.UU.], y a la cultural política que llevó a la 'Presidencia Imperial'", explica la compañía Amazon sobre el libro al presentarlo en su portal.
El escritor, un clásico de la literatura norteamericana y candidato al Premio Nobel, fue una figura notable en la vida política y cultural de EE.UU. En 2003-2004, participó en las manifestaciones contra la guerra en Irak y fue muy crítico con la política del expresidente George Bush.
En internet, muchos han especulado sobre el motivo de que Assange eligiese ese libro para acompañarle en un momento, cuyas imágenes serían mostradas una y otra vez por los medios de comunicación. También se ha planteado que fuese un mensaje hacia EE.UU.
"Posible extradición"
EE.UU. ha acusado Assange de haber participado en actividades informáticas maliciosas en complicidad con Chelsea Manning, la exsoldado y exagente de Inteligencia del Ejército estadounidense que suministró miles de documentos secretos a ese portal de filtraciones.
Assange llevaba refugiado en el edificio diplomático desde junio de 2012, cuando Quito le proporcionó asilo político para evitar que fuese extraditado a Suecia por una orden de arresto en su contra bajo la acusación de un supuesto caso de violencia sexual. Aunque la causa fue archivada por la Fiscalía sueca en mayo de 2017, la presunta víctima pidió reabrir la investigación tras la detención de Assange.
El fundador de WikiLeaks opina que desde Suecia lo extraditarían a EE.UU., donde se podría enfrentar a la pena de muerte por las filtraciones del portal.