El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, podría haber decidido retirarle el asilo político a Julian Assange para así obtener el voto decisivo de EE.UU. en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y recibir un préstamo, opina Guillaume Long, quien ocupó el cargo de ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana durante el Gobierno de Rafael Correa.
Al ser expulsado este jueves de la Embajada de Ecuador en Londres, el fundador de WikiLeaks fue arrestado por la Policía británica y permanece bajo custodia. Por su parte, EE.UU. solicitó su extradición, acusándolo de hacer participado en actividades informáticas maliciosas en complicidad con Chelsea Manning, la exsoldado y exagente de inteligencia del Ejército de EE.UU. que filtró miles de datos clasificados.
En términos más amplios, la decisión de Moreno evidencia un "realineamiento total en el ámbito geopolitico estadounidense" y una "obediencia absoluta a la adminstración [del presidente de EE.UU.] Donald Trump", señala Long.
"Simplemente, Ecuador se volvió un aliado del Gobierno de EE.UU.", asevera el exministro, agregando que esto puede ser visto en todos los ámbitos, como por ejemplo la determinación de Quito de retirarse de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o su política hacia Venezuela.
Violación del derecho internacional
Long destaca asimismo que está "absolutamente" prohíbido por el derecho internacional revocar un asilo político cuando no han cambiado las razones por las cuales fue otorgado.
Además, subraya que en la Corte Interamericana de Derechos Humanos —cuyas decisiones son vinculantes para Ecuador— hay actualmente varias resoluciones que obligan al país a no entregar a Assange.
Según el político, la decisión del mandatario ecuatoriano "va a traer repercusiones". "Hay una serie de cosas que van a significar un mayor debilitamiento político y jurídico para la administración de Moreno", concluye Long.
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