El equipo legal de la exsoldado y exagente de Inteligencia del Ejército de EE.UU., Chelsea Manning, ha exigido que sea liberada de prisión a la luz de la revelación de los cargos que la Justicia estadounidense presentó contra Julian Assange.
Los abogados de Manning hicieron hincapié en que el acto de acusación contra el fundador de WikiLeaks fue dictado por una corte de Virginia el 6 de marzo de 2018, o sea más de un año antes del arresto de Chelsea por desacato civil. Este hecho, en opinión del equipo legal de la informante de WikiLeaks —que suministró a Assange miles de documentos secretos de las guerras de Afganistán e Irak— demuestra que su encarcelamiento fue "punitivo, cruel e innecesario".
"El hecho de que esta acusación haya existido durante más de un año confirma lo que el equipo legal de Chelsea y la propia Chelsea han estado diciendo [...] que obligarla a declarar habría sido una duplicación de pruebas que ya están en poder del gran jurado, y no fue necesario para que los fiscales de EE.UU. obtuvieran una acusación contra el señor Assange", reza el comunicado de la defensa de Manning.
"Exigimos que liberen a Chelsea", dado que su testimonio ya no puede contribuir a una investigación del gran jurado, han insistido sus abogados.
"Procedimientos secretos favorecen al Gobierno"
Chelsea Manning fue encarcelada el 8 de marzo de 2019 por desacato civil al tribunal después de negarse a responder a las preguntas de un gran jurado secreto con respecto a su filtración en 2010 de documentos militares clasificados.
La exsoldado sostuvo entonces que se opone al secreto del proceso del gran jurado, y que ya reveló todo lo que sabía ante la corte marcial en 2013. "Estos procedimientos secretos tienden a favorecer al Gobierno", declaró a la prensa antes de la audiencia. "Siempre estoy dispuesta a explicar las cosas públicamente", añadió.
El juez dictaminó que la primera gran fuente de WikiLeaks permanezca encarcelada hasta que preste testimonio o hasta que el gran jurado finalice su investigación.
La abogada de Manning, Moira Meltzer-Cohen, calificó de "acto de tremenda crueldad" enviar a una exsoldado transexual a prisión debido a preocupaciones médicas y de seguridad. Sin embargo, la fiscal Tracy McCormick argumentó que la cárcel tiene experiencia en el manejo de presos transgénero y figuras públicas.