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Polonia: Un esqueleto caído de un acantilado podría pertenecer a una "princesa" que vivió hace 2.000 años
La osamenta de la mujer y un tronco de madera ahuecado, dentro del cual probablemente habían sido depositados los restos, fueron descubiertos por accidente en el siglo XIX.
Investigadores de la Universidad de Szczecin y de Varsovia han descubierto que los restos de una mujer, que junto con un tronco de madera ahuecado cayeron de un acantilado en la localidad polaca de Bagicz a finales del siglo XIX, datan de alrededor de 2.000 años, según el portal Science in Poland.
Se precisa que el mismo fue descubierto por accidente cuando, debido a la erosión, los restos humanos y el tronco de madera ―en el que probablemente habían sido depositados― cayeron del acantilado sobre una playa. Análisis recientes ayudaron a precisar la datación de los huesos, indicando que la mujer murió alrededor del año 30 de nuestra era o antes. Análisis anteriores ―que se basaban en los accesorios encontrados en la tumba― sugerían que los restos pertenecían al siglo II de nuestra era.
Otra peculiaridad del descubrimiento, señala la publicación, es que el análisis de los isótopos contenidos en los dientes de la mujer mostró que no consumía pescado de mar, a pesar de vivir en la costa. "No encontramos ningún rastro de pescado báltico en su dieta, pero había consumido muchos productos animales, según el tipo de proteínas conservadas en su dentadura. También podría haber comido pescados de lagos y ríos interiores", comentó el investigador Rafal Fetner.
Además, un análisis detallado del esqueleto mostró cambios patológicos en las articulaciones de la mujer, lo que podría estar asociado con la osteoartritis. Según los arqueólogos, esta condición suele afectar a los ancianos, mientras que la mujer tenía entre 20 y 35 años en el momento de su muerte. Esto podría indicar que desempeñaba un trabajo duro.
Asimismo, el hallazgo es descrito a menudo como "el entierro de una princesa, debido a la riqueza de sus accesorios", recalcó la investigadora Marta Chmiel-Chrzanowska. En ese sentido, se reporta que los arqueólogos hallaron no solo huesos, sino también numerosos adornos de bronce, como un broche, brazaletes y un collar, entre otros objetos.
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