El gallo de plomo que culminaba la aguja —estructura que sucumbió a las llamas— de la catedral parisiense de Notre Dame ha sido hallado entre los escombros, informa Le Parisien.
Un miembro de un grupo de restauradores descubrió la noche del martes la figura, que guardaba tres reliquias. Una fuente del Ministerio de Cultura francés ha confirmado que el gallo "está abollado pero visiblemente restaurable" y admitido que su estado no permite verificar si las reliquias están aún en su interior.
En el interior de la veleta se encontraba una de las 70 espinas de la corona de Cristo y sendas reliquias de San Dionisio y Santa Genoveva. Según los historiadores, este gallo y sus tesoros servían como "pararrayos espiritual" para proteger a los fieles de la catedral, y también a los parisinos.
Por su parte, el presidente de la Federación Inmobiliaria Francesa, Jacques Chanut, compartió en su cuenta de Twitter la imagen del gallo en los brazos de Philippe Villeneuve, arquitecto a cargo de la renovación del templo.
Los especialistas siguen trabajando para determinar el origen del fuego. La principal sospecha es que aquel está vinculado a los trabajos de restauración que se llevaban a cabo en el templo gótico.