El ministro de Interior de Francia, Christophe Castaner, ha anunciado este viernes un dispositivo policial de 60.000 agentes repartidos por todo el país para controlar las protestas convocadas por el movimiento de los 'chalecos amarillos' para este sábado.
"Se espera que el sábado los ultras busquen una vez más crear problemas", ha afirmado Castaner en rueda de prensa. "Una vez más la amenaza es seria y requiere un dispositivo reforzado", ha justificado.