Los gobiernos deben asegurar la protección completa de un 30% del territorio del planeta y la gestión sostenible de otro 20% hacia el 2030, lo que podría costar cerca de 100.000 millones de dólares al año, según el plan del 'Nuevo trato para la naturaleza' (GDN, por sus siglas en inglés), publicado el pasado viernes por un grupo de científicos en la revista Science Advances.
Con estas medidas diseñadas para complementar el Acuerdo de París sobre el cambio climático del 2015, los 19 autores esperan prevenir la extinción masiva de especies y limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en relación a los niveles preindustriales.
Los dos problemas están estrechamente vinculados, advierten los ecólogos. "La ciencia nos dice que si el clima sube por encima de 1,5 ºC, podremos experimentar un 'tsunami de extinción' que resultaría en el colapso de muchos ecosistemas clave", cita Mongabay a uno de los autores del estudio, Thomas Lovejoy. Al mismo tiempo, el estudio aclara que los biomas (conjunto de ecosistemas) más diversos retienen más carbono, gas de efecto invernadero responsable del calentamiento del atmósfera.
De este modo, las áreas no afectadas por la actividad humana continuarán funcionando "como una máquina del clima para el planeta", explican los científicos.
A pesar de la suma evidentemente grande de la reforma global, los gastos se atenuarán por los beneficios indirectos para varios sectores de la economía, opinan los ecólogos. Así, según los cálculos presentados, de acuerdo con el planteamiento del GDN, solo el sector pesquero podrá ganar más de 53.000 millones de dólares anuales.
La publicación precede al plenario de la plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), organismo internacional patrocinado por la ONU, que se celebrará en París a finales de abril.