El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

Los momentos más importantes (y tensos) del primer debate de los candidatos al Gobierno de España

Publicado:
Sánchez resistió los ataques, mientras que el candidato conservador Pablo Casado, líder de la oposición, fue el menos sólido de los cuatro políticos que se vieron las caras en la televisión pública.
Los momentos más importantes (y tensos) del primer debate de los candidatos al Gobierno de España

El actual presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez; el candidato del principal partido de la oposición, el conservador Pablo Casado; el líder de Ciudadanos, Albert Rivera; y el candidato del progresista Unidas Podemos (UP), Pablo Iglesias, se vieron este lunes las caras en el primer debate televisado entre los cuatro líderes de las principales formaciones políticas que se batirán en las elecciones generales que se celebrarán el próximo domingo 28 de abril. La segunda ronda será tan solo 24 horas después, este mismo martes.

En un debate que no lo pareció en un principio, con los cuatro políticos rehuyendo el cara a cara y un moderador que intentaba que los candidatos rebatieran sus propuestas, el bloque sobre política territorial y la crisis catalana y el que versaba sobre las políticas de pacto tras los comicios hicieron que la parte final se animara.

Los cuatro líderes se dirigieron principalmente a su electorado, aunque todos ellos tenían como público objetivo al votante indeciso que, según todas las encuestas, en esa ocasión supera ampliamente el 25 % del electorado. Sánchez pareció resistir los embates y Casado apareció como el menos sólido de los cuatro candidatos.

Dos bloques

El debate de anoche dejó clara la existencia de dos bloques: uno de izquierdas, que incluye al Partido Socialista (PSOE) y a UP; y otro de derechas, en el que se encuentran Partido Popular (PP) y Ciudadanos. En el seno de este último, Rivera ofreció a Casado en varias ocasiones un pacto para llevar adelante un Gobierno conservador liderado por Ciudadanos, ofrecimiento al que el popular no respondió.

La misma invitación hizo Iglesias a Sánchez, tendiéndole la mano para poder conformar un Gobierno progresista encabezado por el socialista.

De este modo, Rivera y Casado evitaron enfrentarse, al igual que Sánchez e Iglesias. Los pactos implícitos de no agresión quedaron patentes en el desarrollo del debate entre aquellas fuerzas que están llamadas a entenderse después de las elecciones. De hecho, Sánchez llegó a agradecer al candidato de Unidas Podemos su apoyo legislativo en sus once meses de Gobierno. Iglesias, por su parte, fue algo más beligerante con el presidente, al echarle en cara que las 'cloacas' [como se denomina a un caso de corrupción político-policial] no se han eliminado después de que los socialistas accedieran a la Moncloa.

Pactos postelectorales

Los pactos tras los comicios ocuparon una parte del debate y aunque todos los análisis hablan de un bloque conservador contra otro progresista, Iglesias quiso desechar una tercera opción.

Así, el líder de UP preguntó directamente en dos ocasiones a Sánchez si descartaba un hipotético pacto con Ciudadanos en caso de que los resultados de ambas formaciones sumasen suficiente. Sánchez no lo descartó directamente y, por su parte, Rivera ya ha anunciado que no pactará con el socialista.

Cataluña, el momento álgido

El momento de más tensión se vivió cuando se abordó la política territorial y la crisis catalana. Rivera preguntó a Sánchez si tenía intención de indultar a los políticos catalanes que fueran condenados. Se trata de una pregunta a la que el presidente se ha tenido que enfrentar en varias ocasiones en las últimas semanas y que ha resuelto de la misma manera en todas las ocasiones.

Sánchez se niega a debatir sobre esa posibilidad alegando que sería inmiscuirse en la independencia del poder judicial y que tratar ese asunto ahora es dar por hecho una condena y no preservar la presunción de inocencia.

Hay que recordar que estos comicios se desarrollarán mientras está teniendo lugar el juicio a los doce líderes catalanes independentistas que están siendo juzgados por el referéndum de autodeterminación ilegal celebrado el 1 de octubre de 2017 y que desembocó en la declaración unilateral de independencia unos días después.

Las frases del presidente

El presidente del Gobierno fue quien lanzó algunas de las frases más potentes de la noche. "En lugar de un detector de mentiras hay que ponerles un detector de verdades", espetó al candidato popular, Pablo Casado, cuyas declaraciones han sido muy controvertidas en las últimas semanas.

Precisamente fue al líder del PP al que dirigió la mayoría de sus dardos el candidato socialista, sobre todo cuando se tocó el tema de la corrupción. "El gran bazar de la corrupción", fue como definió a la sede del PP en Madrid, para dar paso a la descripción de cada una de sus plantas: "Uno iba a la primera planta, financiación irregular; segunda planta, enriquecimiento ilícito; tercera planta, reparto de sobres con dinero en B o sobresueldos; en la cuarta planta, coordinando la Policía patriótica; y en la quinta planta, la agencia Pasadenas [en referencia a un caso de corrupción]".

También se mostró muy duro Sánchez al hablar sobre feminismo, en concreto sobre violencia machista o los derechos de las mujeres. "Dígale a sus candidatos y candidatas que 'no es no', y si una mujer no dice 'sí' es no", le dijo a Casado, mientras que a Rivera le espetó: "El vientre de una mujer no es un taxi. El vientre de una mujer no se alquila", en alusión a la propuesta de Ciudadanos sobre la regulación de la gestación subrogada.

Igualmente contundente se mostró al hablar del peligro que en su opinión supone la extrema derecha en España: "Yo creía que Trump no iba a ganar, y ganó. Yo creía que el Brexit no se iba a producir, y se ha producido. Y que en Andalucía no iban a pactar PP, Ciudadanos y la ultraderecha y han pactado. Y la ultraderecha en este país es temible", fueron las palabras del político socialista.

Los 'socios' de Sánchez

Por su parte, el mayor ataque que recibió Sánchez vino por parte de los dos candidatos conservadores. Ambos le reprocharon su relación con los partidos independentistas catalanes. Casado afirmó que "los que quieren romper España tienen en Sánchez a su candidato favorito" y Rivera sostuvo que los partidos catalanes "quieren indultos a cambio de escaños", en referencia a la apertura de esas formaciones a facilitar un nuevo Gobierno al actual presidente.

También recibió una invectiva por parte de Rivera cuando se trataba el tema de la corrupción: "¿Va a dimitir Sánchez si hay condena por los ERE en Andalucía?", preguntó al socialista sobre el mayor caso de corrupción que afecta al PSOE y que todavía se está juzgando.

Más corrupción

Quizá las declaraciones más curiosas acerca de la corrupción corrieron a cargo de Pablo Casado. El líder popular sostuvo que él había pasado página de la corrupción, en un intento de desmarcarse de los numerosos casos que han afectado a su partido.

De hecho, la razón por la que Mariano Rajoy fue desalojado de Moncloa a través de una moción de censura fue la condena a su formación por un caso de corrupción. Así, durante esta campaña Casado no ha tocado este asunto, ni siquiera cuando este tipo de casos afectan al resto de fuerzas, posiblemente consciente de que podría ser quien más tiene que perder electoralmente.

Pedro 

Uno de los detalles que más llamó la atención fue la manera en la que Pablo Iglesias se dirigía al presidente del Gobierno. En varias ocasiones en las que se interpelaron, el líder de Unidas Podemos, apelaba al candidato socialista como "Pedro", con cierta familiaridad.

El minuto de oro

La parte final del programa se dedicó al minuto de oro. Cada candidato dispuso de un minuto para dirigirse al electorado y pedirle su voto. La intervención que ha llamado más la atención ha sido la del líder de Ciudadanos. Albert Rivera lo dedicó al "sonido del silencio".

"¿Lo escuchan? Es el silencio", fueron las palabras con las que Rivera comenzó sus sesenta segundos para introducir el tema de la crisis catalana y otros con los que Ciudadanos pretende centrar su campaña.

Constitución contra constitucionalistas

La Constitución salió a relucir en varios momentos del debate. Rivera calificó a su propio partido y al Partido Popular como los partidos constitucionalistas, en referencia a su defensa de la Constitución y de la unidad nacional frente al desafío de los partidos independentistas catalanes.

Por su parte, Pablo Iglesias blandió la Constitución española físicamente, hasta en cuatro ocasiones, para decirles a los líderes de los dos partidos conservadores que hay otros muchos artículos de la norma básica que no se cumplen, mencionando aquellos que tratan sobre los derechos sociales.

Los grandes ausentes

Muchos de los temas que más preocupan a la ciudadanía no estuvieron presentes entre los argumentos que desgranaron los cuatro políticos. 

No se habló de la crisis de los refugiados; ni sobre política exterior o la Unión Europea, ahora que el Brexit está a las puertas. La educación y las políticas para luchar contra el cambio climático, entre otras cuestiones, estuvieron también ausentes de la hora y cuarenta minutos que la televisión pública dedicó a que las cuatro mayores formaciones del país confrontaran sus programas tan solo seis días antes de los comicios.

Nuria López

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7