Un grupo de ex guerrilleros de las FARC se gradúan de bachilleres en una universidad de Colombia

Con este grupo de jóvenes, ya son 733 los excombatientes que recibieron el título secundario desde la firma del acuerdo de paz en 2016.

Este miércoles, 22 exguerrilleros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) consiguieron su título como bachilleres de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) —en Bogotá— y, de esta manera, engrosaron la lista de 733 excombatientes que se gradúan en el sistema de educación formal.

La iniciativa de este proyecto educativo, que regula la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), nació en 2014 y está dirigido a la población del país sudamericano en situación de vulnerabilidad social. 

El objetivo de sumar al programa a excombatientes surge de una iniciativa que la ARN selló con el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), el Ministerio de Educación, el componente de la extinta guerrilla y la Fundación Colombiana de Excombatientes y Promotores de Paz (Fucepaz).

Andrés Stapper, director general de la ARN, aseguró que el actual programa se está extendiendo a todo el territorio colombiano.

"Estamos llegando a todo el territorio nacional donde se adelanta la reincorporación con acciones reparadoras y transformadoras, que deben reflejarse en mejores condiciones de vida. La alfabetización ha sido el primer pilar fundamental en el proceso de estabilización y el retorno a la legalidad", detalló Stapper. 

En la misma línea, Chirsitan Visnes, director del Consejo Noruego para Refugiados, sostuvo: "la paz solo es posible si se promueve la reconciliación y la educación en los territorios más afectados por el conflicto armado".

La palabra de los graduados

Desde el comienzo del plan de integración, según cifras de la ARN, más de 5.879 excombatientes de las Farc-Ep ingresaron al sistema educativo, a través de los niveles de educación primaria y secundaria.

Julieth Villa, ex integrante de la FARC y una de las más recientes graduadas, relató su experiencia dentro de la Universidad: "Tuvimos un intercambio con la población aledaña, que también se alfabetizó con nosotros. Estudiar, para mí, es una oportunidad para salir adelante. Después de graduarme, sé que vienen nuevos retos de empleo y cursos", expresó.

Diana Marcela Londoño, también graduada de bachiller, afirmó en declaraciones con el medio local Pulzo, que ahora desea ingresar a la universidad: "A mí siempre me ha gustado estudiar, inclusive por allá (en la montaña) yo estudiaba debajo la cobija y ahora quiero aprovechar la oportunidad", dijo la mujer, quien ingresó con 13 años a la guerrilla y duró otros 18 en diferentes unidades de combate. 

El actual programa de enseñanza e integración utiliza una metodología semipresencial asistida, de 800 horas de duración, que se distribuye en 40 horas semanales.